| Revista Arbil nº 65 | El Levantamiento y la Guerra de la Independencia en la provincia de Burgos por José Ramón de Santillán Estudios desde las Memorias de Ramón de Santillán, Ayudante Mayor y Comandante de Escuadrón del regimiento de Húsares de Burgos, bajo el mando del Cura Merino | 1ª parte Organización y mando político Introducción Para explicar algunos matices de los sucesos que aparecerán a continuación, referidos a las Memorias de Ramón de Santillán (1) y otras fuentes que se citan en este trabajo, resulta de interés apuntar algunos datos sobre la organización civil y eclesiástica de las comarcas en que se mueven estas historias. Según las Reales Ordenes de 1799, la Provincia o Intendencia de Burgos incluía a Logroño y la Rioja Alta. La Intendencia o Provincia de Soria, abarcaba la Rioja Baja, con Alfaro, Rincón de Soto, Calahorra y Alcanadre. (2) En cuanto a la administración local, añadimos que el corregidor era asesorado por los Diputados del Común, que entendían en materia de abastos y tenían libre entrada al Municipio, donde disfrutaba de voz y voto, según establece el Auto acordado de 1766. También se recoge en este documento la figura del Síndico Personero, que actuaba de abogado de casos judiciales en los conflictos con el vecindario. La hacienda Municipal era supervisada por el Intendente de la Provincia, de acuerdo con la Instrucción de 1788, y era controlada por la Contaduría de Propios y Arbitrios, con residencia en Madrid. Desde el punto de vista eclesial, creemos conveniente decir que el Obispado de Calahorra y de la Calzada, dependía del Arzobispado de Burgos. Los datos que anteceden, han sido extractados del trabajo de José Mª Sánchez Diana, "El Obispado de Calahorra y la Calzada durante la Guerra de la Independencia", editado por la Institución Fernando el Católico de Zaragoza en 1954. Con lo que dejamos dicho nos explicaremos algunos casos, como el que en la Junta de la Provincia de Burgos, aparezcan componentes riojanos, como dice Santillán. El Director Francisco De Santillán y Cubo Nació durante el reinado de Carlos III, el año 1761. Sus padres fueron Manuel de Santillán y Campos, natural de Lerma y Rosa de Cubo Salguero, que vio la primera luz en Burgos, donde vivían sus padres. Por esa razón serían frecuentes las estancias de Francisco en la capital de Castilla. Estudió Teología, obteniendo su licenciatura en Valladolid. Su hijo dice de él que "su buen padre" había impulsado sus estudios de Gramática y que "tenía muy presentes todas las reglas de la Gramática y podía figurar como buen latino". Murió en Lerma el día de reyes de 1827. En la reseña familiar de que disponemos figuran los siguientes cargos que desempeñó: - Diputado del Común del Ayuntamiento de Lerma. - Diputado y Sindico personero del Común. - Alcalde Constitucional del Ayuntamiento, de Lerma (denominación que corresponde a la Constitución de 1812 y que estuvo vigente durante el Trienio Constitucional desde 1820 a 1823 y desde marzo de 1812 a mayo de 1814) Por el relato que acabarnos de esbozar y que luego desarrollaremos, llegamos a la conclusión de que Francisco de Santillán fue persona de intensos sentimientos patrióticos, sólida cultura y pensamiento liberal. El año 1789, el año siguiente al inicio del reinado de Carlos IV, contrajo matrimonio Francisco en Lerma con Catalina González García, natural de Cerezo de Arriba, (Segovia), localidad próxima a Riaza, comarca que veremos frecuentada por el Cura Merino y sus gentes durante la Guerra de la Independencia y en algunas de las cuales vivían parientes de Catalina: Boceguillas, Maderuelo, Castillejo, Ayllón y Grado, son nombres que se repiten en los relatos que dejó escritos Ramón de Santillán en sus Memorias. No olvidemos el singular pueblo de Madriguera, que fue refugio de Ramón después de ser herido en la acción de Almazán contra los franceses, que se encuentra a escasa distancia de Riaza. A partir de este momento, entraremos a relatar la actuación de Francisco en los tiempos iniciales de la Guerra de la Independencia, que ha sido recogida abundantemente en múltiples testimonios. En virtud del Tratado de Fontaineblau, viose Lerma en permanente ocupación de las tropas francesas en tránsito hacia Portugal, de acuerdo con España. En el archivo Municipal de Lerma, se conservan documentos con datos de gran interés, referentes al año 1808 y sucesivos. Así con las referencias" AML.XIX.leg 1808. Cuartel" recoge Santiago Saiz Bayo en su trabajo" Lerma en los comienzos de la Guerra de la Independencia" publicado en "Temas de la historia militar" Tomo II, los hechos que vamos a citar.(4) Dice Saiz que, el 7 de Febrero de 1808, empezaron a prepararse alojamientos en dos cuarteles improvisados para las tropas francesas. Uno en el convento del Carmen y otro en la galería del Palacio. Se nombró a un vecino de la Villa para cuidar los locales y atender a la tropa. Se elige para este cargo a un hombre notorio del pueblo," nada menos que a Don Francisco de Santillán, padre del que después fue famoso Gobernador del Banco Español de San Fernando". Añade Saiz que "ello muestra la buena voluntad manifestada por las autoridades locales y sus deseos de agradar a los ejércitos aliados, al poner a su servicio a uno de los hombres de mas valía y más influencia del pueblo" que más tarde fue Alcalde Constitucional de Lerma. El 11 de Febrero se alojó en Lerma la Brigada de Húsares Wathier con 2.500 hombres y sus correspondientes caballos. Un mes mas tarde, el 11 de Marzo, pasaron la noche en Lerma un total de 4.600 franceses. Cuatro días después establecía su Cuartel General en el Palacio del Duque del Infantado, el Gran Duque de Berg. Todo ello ocurrió en un pueblo que contaba con unos 300 vecinos, seis conventos y un palacio. El 10 de Abril, fue Fernando VII el que llegó a Lerma y al siguiente día los Reyes padres, todos recibidos con gran agasajo. Trabajo tuvieron en estas fechas las autoridades de Lerma. Trabajo y grave riesgo en las que siguieron a partir de abril, cuando se inician los altercados contra los aliados. El pueblo queda esquilmado y muchos vecinos ingresan en la cárcel durante el mes de mayo. Se van ocupando mas conventos como cuarteles y cárcel. Mas tarde, Lerma debe recibir y alimentar a las tropas francesas que se retiran desde Madrid a la línea del Ebro, tras la derrota de Bailén. El 3 de Agosto son 6.000 los franceses, ya enemigos, que se detienen en Lerma y donde permanecen hasta el 10 del mismo mes, día en que las tropas francesas abandonan Lerma y donde no volverán hasta Noviembre, tras la victoria de Napoleón en Gamonal (Burgos). Tanto al irse en Agosto como al volver en Noviembre, sembraron la Villa de incendios y desolación, que se acompañaron con el terror en el regreso. La población perseguida, huye donde puede. Es el momento en que la familia Santillán abandona Lerma, albergándose en la residencia del Arcipreste de Maderuelo, primo de Ramón de Santillán, por unos cuantos días. En las Memorias de Ramón de Santillán, en los manuscritos que recogen la actuación de su autor en la Guerra de la Independencia, se dice lo siguiente: "No se constituyó en la capital (Burgos, 1808) autoridad alguna que, como en las otras provincias, diera impulso el armamento del país, aunque Burgos ( está hablando en las fechas posteriores a la batalla de Bailén, cuando las tropas francesas se han retirado a la línea del Ebro), nunca dejó de estar amenazada de un ataque repentino de los franceses, que en fuerza no pequeña, ocupaban a Briviesca". Hemos de llegar al comienzo del año 1809, en plena desolación de la comarca Castellana tras la derrota del Ejército Español en las proximidades de Burgos, ocurrida en noviembre de 1808, para encontrar las primeras noticias sobre la organización de la Provincia de Burgos con el fin de tomar su propia responsabilidad en la lucha contra Napoleón. La presencia intensa y extensa de unidades francesas apostadas en las localidades que se sitúan en los Caminos Reales de Francia a Madrid y a Valladolid, y de manera principal en la capital, hacía sumamente difícil y comprometido cualquier movimiento o amago de reunión. Son varios los autores que sitúan en enero de 1809 la primera asamblea levantisca. Tuvo lugar en el monasterio de San Pedro de Arlanza, próximo a Covarrubias. La convocó "El Director" personaje que ha permanecido sin identificar durante mucho tiempo y que fue él, alma del levantamiento de la provincia de Burgos, como afirma Gómez de Arteche (5) El Abad Mitrado de Lerma, D. Benito Taberner, habría de ser clave en la disposición de los medios para la acción. Él era el superior jerárquico del Cura de Villoviado, Jerónimo Merino Cob, y había mantenido extensa relación con él, incluso en el terreno disciplinario. Tanto el Abad Taberner como Jerónimo acuden a San Pedro de Arlanza la reunión que nos ocupa en estas líneas. Don Eduardo de Ontañón, en su libro" El Cura Merino, su vida en folletín" editada por (6) Espasa Calpe en 1933 dentro de la colección" Vidas Españolas e Hispanoamericanas del siglo XIX" auspiciada por Don José Ortega y Gasset, recoge una extensa bibliografía, casi exhaustiva, sobre el famoso guerrillero. Como línea general, puede apreciarse un seguimiento preponderante de las narraciones de Pío Baroja, pero con importantes modificaciones y aportaciones que adquieren la mayor importancia para nuestro estudio: afirma que" El Director", fue Francisco de Santillán, el padre de Ramón de Santillán. Dice de aquél que era escribano burgalés y que tenía familia lermeña. Las mismas expresiones las presenta el Diccionario Espasa al identificar a Santillán con" El Director Eduardo de Ontañón, a lo largo de su texto, evoca las fuentes en que se ha inspirado, para su obra, que podemos llamar tardía, ya que se publicó en 1933, si comparamos esta fecha con la de las obras en que se apoya. Incluye a: Baroja, Aviraneta, Gómez de Arteche, Pírala, Hardman, los biógrafos de Merino E.R.C., E.R. y A. de M, Eulogio Ruiz Casaviella, Rodríguez Solís y varios más. En un pasaje de su libro, dice Ontañón: "El buen D. Benito ( se refiere a D. Benito Taberner, Abad de Lerma) le pone al corriente ( a Merino) del objeto de la llamada. Le escribió (debía decir Francisco de Santillán) su íntimo amigo el escribano burgalés Don Ramón Santillán, emparentado con familia lermeña citándole en su casa de Burgos con toda urgencia. Fue enseguida a verle, suponiendo con razón que se trataba de algo muy importante". "Pues bien, Don Francisco el magnífico caballero don Francisco a quien no conviene citar con frecuencia por su nombre, puesto que es preciso que nadie se entere de su participación en todas estas cosas. Así que llamémosle de ahora en adelante El Director a secas". Mas tarde sitúa el narrador a Merino en Hontoria del Pinar, pueblo próximo a San Leonardo, en la vertiente Norte de la Sierra de Nafría, cuando uno de sus vigías le anuncia la aproximación de un grupo de gente, añadiendo" viene delante El Director Merino desarrugó el gesto al dirigirse al Director, quien le dijo: "Traigo a mi hijo Jerónimo", y" destacó del grupo a un joven de buena presencia y acicalada sonrisa". » Era estudiante de Derecho. Y con la lógica militar quedó señalada su aptitud para escribiente desde el primer momento. ¿Quién iba a decir a los guerrilleros, que le miraban con sonrrisilla de ver al gomoso en el campo, que aquél joven a quién fácilmente habían de tutear y adiestrar en las lides guerreras, iba a llegar a ser ministro de Hacienda de la Nación y su retrato había de reproducirse en los billetes de cincuenta pesetas?" Los billetes de veinticinco pesetas, que no de cincuenta, a que alude Ontañón, vieron la luz en el año 1884, con la efigie de Ramón de Santillán La incorporación de Santillán a la partida de Merino, tuvo lugar el 13 de Junio de 1809, según afirma en sus memorias. Esa es la fecha que corresponde al suceso que acabamos de transcribir. Los cometidos de un personaje como el que en Burgos representa El Director, no responden a ningún tipo de reglamento o modelo. No obstante podemos aventurar que el responsable buscaría un equipo colaborador de personas influyentes, con relaciones en distintas zonas de la Provincia, todo ello dentro de unos criterios de discreción y por tanto de seguridad. Si pasamos al terreno de lo concreto y a los datos de que, disponemos, diremos que el padre de Francisco se llamaba Manuel de Santillán Campos y era natural de Lerma. De su matrimonio con Rosa de Cubo Salguero tuvieron dos hijos: Francisco y Fernando. Fernando casó con Juana Valpuesta, también vecina de Lerma. El abuelo de Fernando y de Francisco, Juan de Santillán Martínez aparece en el Catastro de Lerma del Marques de la Ensenada de 1752, como Alcalde de la Cárcel Real de Lerma. Había nacido en Quintanilla de la Mata, Localidad muy próxima a Lerma. Las partidas de bautismo de Francisco de Santillán y de su hijo, dicen que el primero se llamaba Francisco Caracciolo y el segundo Ramón Francisco Caracciolo. Ramón el hijo recibió este nombre por haber sido bautizado el día de San Ramón Nonato, el 31 de agosto. Tanto Baroja, como Ontañón y otros autores, escriben Ramón al hablar de Francisco La Junta de la Provincia de Burgos Aunque todos los autores que han escrito sobre la Guerra de la Independencia en la provincia de Burgos citan a la Junta de Burgos, es, sin embargo, Ramón de Santillán el que refiere sus avatares de forma más extensa y expresiva, a lo largo de sus Memorias. Será pues del texto de Santillán de donde sacaremos lo que vamos a presentar. - Año de 1809 se crea la Junta Provincial de Burgos, sin que se señale la fecha concreta. Suponemos que sería en los primeros meses del año. La Junta nombró Comandante General de la Provincia al Marqués de Barriolucio, que formó un batallón de Infantería con el título de Voluntarios de Burgos y con este mismo nombre, dos Escuadrones de Caballería," que habitualmente maniobraban por la parte de la Rioja apoyándose en la Sierra de Canales, en cuyo punto estaba de ordinario la Junta. Más atento el Marqués a organizar su tropa que a hostilizar a los franceses, adquirió poco prestigio en el país, porque este lo que quería es que cada día se diera una batalla", escribe Santillán. " Merino, demasiado independiente, nunca quiso reconocer autoridad ni en la Junta ni en su Comandante General, y ni aún a entrar con ellos en combinación de ninguna especie" continua el autor de los manuscritos. - Año de 1810, dice Santillán que" con la inundación de franceses que sobre Castilla vino a principios de 1810, la Junta se disperso ocultándose sus individuos donde pudieron y el Marqués de Barriolucio con sus tropas marchó a incorporarse al 2º Ejército que se hallaba sobre Valencia". Poco más adelante continúa Santillán:" Nuestra opinión unánime fue la de que convocase a los individuos que habían compuesto la Junta y que esta se reinstalase en el punto mas seguro de la sierra, empezando Merino por reconocer y hacer reconocer al país su autoridad. No costó poco trabajo en decidir a Merino a dar este paso, pero al fin conseguimos que lo diera, y los individuos de la Junta acudieron a su llamamiento con singular gozo". Nos parece de interés hacer constar que Santillán, en estas fechas, contaba con 18 años. Sigue así su relato: "Instalóse esta autoridad en Salas de los Infantes en los primeros días de mayo y desde fuego procedió a nombrar ofíciales que Merino le propuso para regularizar nuestra organización". Con esta ocasión Santillán fue nombrado Ayudante Mayor de Merino, cargo que desempañó hasta Diciembre de 1812. Merino solicitó a la Junta que ésta pidiera al General en jefe del Ejército, que se hallaba en Ciudad Rodrigo, un jefe de Infantería. Pocos días después del importante encuentro en Almazán de Merino con los franceses en el que fue herido Santillán, dice éste en sus manuscritos: "La Junta se hallaba en Vilviestre" lugar al que acude Santillán encontrando a la Junta insatisfecha con Merino y de sus medios de seguridad y le manifestaron con fundamento" el desamparo en el que venían, mudando continuamente de sitio". " Tomando yo su defensa -continúa Santillán- me comprometí a quedarme de custodio de la Junta, que se entregó con celo admirable a reorganizar la administración del país y auxiliar la organización militar". Así, se instalaron en plena Sierra talleres para la recomposición de armas de fuego, con especialistas traídos de Vizcaya y otro para arreglo de monturas y vestuario, con operarios de Burgos. En el mes de diciembre, se intensificó la búsqueda de la Junta por los franceses, viéndose aquella obligada a abandonar la sierra de Burgos y marchar con grandes apuros a Cantalojas, lugar sumamente agreste en la sierra de Riaza. En su trayecto fueron protegidos los miembros de la Junta por Santillán, con una fuerza de 150 soldados de Infantería y 60 de Caballería. Año de 1811. En este año estuvo a punto de llevarse a cabo un proyecto de indudable interés teórico, pero de imposible realización por la calidad de algunas de las personas involucradas. Se trataba de constituir lo que se vino en llamar un Consejo de Representación de Castilla la Vieja, órgano asesor de Merino que sería Comandante General de Castilla la Vieja, con mando sobre todas las partidas de Guerrilleros que operaban en Burgos (Merino), Segovia (Abril, Saornil y Tenderil) y Valladolid (Príncipe). La idea provenía de un asesor, llamado Bonifacio Gutiérrez, que había nombrado la Junta de Burgos para auxilio del Cura Merino. Las reuniones tuvieron lugar en Navares de Enmedio, cerca de Sepúlveda. Como hemos apuntado, de manera inmediata se comprobó la informalidad total de alguno de los convocados, que "sacaban mas partido extorsionando a los habitantes de los pueblos que combatiendo con los franceses" según escribe Santillán. Merino volvió a la sierra y encontró que la Infantería que había dejado allí en instrucción, había abandonado el lugar en busca de los recursos que le faltaban, entendiendo Merino que habían desertado, por lo que destituyó a los mandos y los envió al juicio de la Junta, que les dejó en libertad para marchar a otras unidades. En la primavera de este año, Santillán se propuso mejorar las relaciones de Merino con la Junta, rotas desde la conferencia que hemos apuntado de Navares de Enmedio. En estos momentos, la Junta estaba constituida por el Magistral de Santo Domingo de la Calzada, Sr. Fajardo, cuatro clérigos de varios pueblos, un abogado joven riojano y otro de Salas de los Infantes. Esta Junta, en estos momentos, se desvivió en trabajos y aciertos. En otoño de 1811, visitó alas tropas de Merino el General Jefe del 7º Ejército, D. Gabriel Mendizábal, quién quedó admirado de la presentación e instrucción de sus fuerzas, ordenando aumentar hasta seis mil los efectivos de Merino, que podían ser en esos momentos de unos 2.500 hombres. La Junta manifestó las graves dificultades que ello supondría para vestir y alimentar a tan crecidos efectivos, si se tenía en cuenta que las pagas de Oficiales y Suboficiales se abonaban en su mitad o en su tercera parte. Por cierto, Merino no cobraba su sueldo. Santillán hace notar un acierto mas de la Junta de aquel año. Fue la recogida de la cosecha que conservó en almacenes en contra de la opinión de muchos, que temían fueran encontrados y saqueados por los franceses. De esta manera pudo hacerse frente a la angustiosa escasez que sobrevino. - Año de 1812. A primeros de marzo marchó Santillán a la Coruña con objeto de recoger armamento y municiones para las que habrían de ser nuevas fuerzas de Merino, como había ordenado el General Mendizábal, pero que no llegaron a constituirse. El 21 de marzo, estando la Junta en Grado, fue sorprendida por los franceses. Sus componentes eran los vocales Eulogio José Muro, Pedro Gordo y José Ortiz Covarrubias, además del secretario José Gregorio Nabas. Todos fueron conducidos a Soria y ahorcados. Merino tomó cumplida venganza. Santillán conoció la noticia al regresar de la comisión que le había llevado a Galicia. - Año de 1813. La Junta se encuentra en Vilviestre. En el mes de mayo se le envió allí el conjunto de prisioneros franceses, que habían sido capturados en la sorpresa que se hizo sobre Roa. Esta es la última noticia que nos da Santillán sobre la" Junta de la Provincia de Burgos". En pocas crónicas se puede encontrar una - más amplia y más calurosa referencia sobre las Juntas patrióticas que la que nos ha dejado Santillán, sobre la Junta de Burgos. ¿Por qué tan señalado interés?. Nos atrevemos a decir que por que era, la Junta, idea y obra de su padre, que se encargaría de encomendarle insistentemente el cuidado de la misma y la necesidad de convencer a Merino para que reconociera la importancia de su función. Baste decir que en el manuscrito de Santillán que abarcan 194 cuartillas, aparecen las palabras" Junta de la Provincia de Burgos" treinta y cinco veces. La Junta de Lerma y Francisco de Santillán De las Juntas locales de carácter patriótico, que se organizaron en los pueblos importantes de la provincia, sólo la de Lerma ha merecido la atención de los que han escrito sobre este asunto. Veremos cómo se repiten, por unos y otros, los mismos nombres como integrantes de ella, con algunos errores copiados sucesivamente y rectificados en algún caso. Todos presentan al Escribano Santillán, en compañía del Abad de Lerma y del abogado Felipe de Herrera. Creemos de interés histórico reproducir lo que escribieron tan ilustres plumas como son las que vamos a evocar. Pío Baroja en su libro" Memorias de un hombre en acción. El Escuadrón del Brigante" /historia novelada, como son todos los textos que abarca esta serie, dice: (7) "La Junta de Lerma fue la que trabajó con mas entusiasmo: la formaban el escribano don Ramón Santillán, el abogado don Fermín Navarro y el Abad Mitrado de Lerma don Benito Taberner" En otro de sus escritos," Aviraneta o la vida de un Conspirador", editada en Madrid el año 1931, diecinueve años mas tarde que la novela citada anteriormente, insiste Pío Baroja - (8) "La Junta de Lerma fue la que trabajó con mas entusiasmo: la formaban el escribano donde( -..)Santillán, el abogado don Fermín/ Francisco Herrero y el Abad Mitrado de Lerma don Benito Taberner Estos tres junteros no gastaban nada; todo lo hacían de sus manos; escribían cartas, llevaban la contabilidad y pagaban los sellos. Su organización era verdaderamente generosa y admirable Continúa mas adelante: "De la parte de Lerma vinieron sesenta muchachos de la Villa y de los alrededores, algunos con su caballo enjaezado, el sable y dos pistolas cada uno. El escribano Santillán, presidente de la Junta de este pueblo se presentó con su hijo Ramón, que ansiaba alistarse como voluntario en la partida y dejar la facultad de Derecho de Valladolid en donde estudiaba. Santillán, hijo, fue luego Ayudante Mayor del Regimiento de Húsares de Burgos El año 1870, se publicaba en Madrid un opúsculo titulado" Las guerrillas Españolas o las partidas de Brigantes en la Guerra de la Independencia", escrito por un español enemigo de toda dominación. Tras esta denominación estaba Eugenio de Aviraneta. En este librito, trata Aviraneta de poner como ejemplo a los franceses, que estaban siendo invadidos por los prusianos, la actuación de las guerrillas españolas en la época a que se refiere. De esta obra transcribimos las siguientes citas (9) "Una casualidad le hizo (a Merino) relacionar con un particular acomodado de Burgos, hombre ilustrado y consumado en el manejo de los negocios públicos. Merino le llamaba desde entonces su director corporal. A este personaje se le conocerá con el nombre de Director, con el que le bautizó el mismo Cura de Villoviado (Merino)" "El Director escribió a su íntimo amigo el Abad de Lerma D. Benito Taberner" con objeto de convocar una reunión en el Monasterio de San Pedro de Arlanza con él -comisario Regio, Peña, y el Abad Benedictino de dicho Monasterio". Vemos hasta aquí una coincidencia grande con lo que ya hemos dejado transcrito sobre El Director del libro de Ontañón. Sigue Aviraneta: "Las Juntas Patrióticas de Aranda, Roa, Lerma, etc. estimularon a la juventud a que se presentara como voluntarios a la partida del cura Merino. La de Lerma hizo tales esfuerzos, que se presentaron sesenta jóvenes, y se alistaron en la Villa y pueblos cercanos". "El escribano don Ramón Santillán, el abogado don Felipe Herrera y el Abad Mitrado de Lerma, componían aquella Junta patriótica, sin que costase un maravedí al erario público." "El escribano Santillán tenía un hijo, de gallarda presencia, estudiante en Derecho, muy aprovechado joven y lo alistó su padre de voluntario de Caballería con la partida de Merino. Se llamaba como su padre, Ramón Santillán. Nota: Andando el tiempo, y bajo el reinado de Isabel II fue ministro de Hacienda, senador del Reino y últimamente Gobernador del Banco Español de San Fernando." Hora es de que nos detengamos para aclarar quién era el tercer juntero de Lerma: Felipe Herrera y Herrera, abogado de los Reales Consejos. Había nacido en Gumiel de Hizán el año 1791. Estuvo casado con Catalina de Ayala y Castro, natural de Lerma y tuvieron cuatro hijos, entre ellos Concepción, nacida en Lerma el año 1797. Pío Baroja le llamaba con nombre y apellidos confundidos, pero Aviraneta escribe correctamente tanto su nombre como su apellido: Felipe Herrera. Fue regidor de Lerma por el Estado Noble, Síndico-Personero-Procurador de Lerma y Alcalde de la Santa Hermandad de Lerma por el Estado Noble. Murió en Lerma el año 1820 y fue enterrado en la Colegiata, dentro de la capilla mayor. No deja de resultar curioso que, andando el tiempo, Concepción, la hija de Felipe Herrera, se casara con Ramón Santillán, el hijo del otro miembro de la Junta de Lerma, hecho que ocurrió en el año 1821, un año después del fallecimiento de D. Felipe Herrera. De este matrimonio nació un solo hijo, Emilio, Conclusiones - En el apartado que hemos dedicado a El Director, llegábamos a la conclusión de que Francisco de Santillán era con seguridad, El Director. Al escribir de la misma persona, Pío Baroja le señala como presidente de la Junta de Lerma y desde este título, describe la presentación que hizo de su hijo para que se incorporara a la partida de Merino, lo mismo que había referido Ontañón. Podemos pues, preguntarnos: ¿Fue Francisco de Santillán El Director o fue el Presidente de la Junta de Lerma?. Creemos poder afirmar que fue las dos cosas Quedaría mas claro si dijéramos que actuando como El Director, pasó a ser también presidente de La Junta de Lerma o al revés. Su equipo de mando lo formaron los otros dos componentes de la Junta de Lerma, en la que el Abad Taberner representa no sólo la relación con el Cura Merino, único brazo armado de la provincia de Burgos, sino con los representantes de la Iglesia en los pueblos y Monasterios de la provincia. - La Junta de Burgos, que inicio sus actividades en 1809, no se atribuyó el carácter de soberana en representación del Rey, como ocurrió, por ejemplo, con la de Asturias y otras. Su vida fue larga. Como hemos expuesto, tenemos noticias de sus actividades incluso en 1813. El nombre de sus componentes se desvela en el momento en que fue apresada por los franceses a raíz del encuentro desfavorable que había mantenido Merino en Torralba contra estos. Los aprehendidos, como, hemos dicho, fueron ahorcados en Soria. Era el año 1812. En 1811, nos señala Ramón de Santillán que el presidente de -la Junta de Burgos era el Magistral de Santo Domingo de la Calzada Sr. Fajardo y estaba compuesta por cuatro clérigos y dos abogados. 2ª parte Síntesis de los sucesos en que intervino Merino El ámbito de las acciones de guerra, durante los años que duró el enfrentamiento de los Ejércitos y los ciudadanos españoles y aliados contra la invasión francesa, abarcó a toda la geografía de la Península, con cambios de intensidad modulados por los esfuerzos de ambos contendientes. Desde el punto de vista local, de cualquier región, lo que en el/la acaecía podía estar alejado de los acontecimientos principales, aunque repercutiera en ellas la suerte favorable o adversa que se manifestara a mucha distancia. Las actuaciones de las guerrillas., reducidas a comarcas mas o menos amplias, si se estudian aisladamente, provocan frecuentes preguntas del estilo de: ¿Qué ocurría en el plano nacional en aquel momento?, ¿Qué relación tuvieron los hechos que se narran con otros de mayor envergadura?, ¿Por qué variaban las circunstancias en las regiones donde se movían las partidas? Santillán en sus Memorias, introduce, de vez en cuando, referencias atinadas que dan respuesta a los interrogantes que hemos expresado. No es frecuente encontrar estos apoyos en los textos que se han fijado en las operaciones de las guerrillas. La Síntesis de las actividades del Cura Merino en la Guerra de la Independencia, la hemos querido encuadrar dentro de las FASES que plantea Vicente Palacio Atard para acotar los períodos de la Guerra en su obra" La España del siglo XIX 1808-1898" Para nuestro caso, hemos de empezar por la 2ª FASE. - Fase 2ª de la Guerra. Campaña de Napoleón en España. Operaciones de 1809 y aparición de las guerrillas. Se presenta Merino en Lerma y va engrosando su Partida. Durante la primera mitad del año, consolida su presencia en la comarca con medios escasos. A partir de Julio, incrementadas sus fuerzas, actúa sobre las comunicaciones Burgos-Valladolid. Perseguido por los franceses se ve obligado a abandonar la comarca dos veces. - Fase 3ª.. Esfuerzo francés para acabar la guerra. Abarca el año 1810. Merino ataca las comunicaciones de Burgos a Soria. Inicia su colaboración con las Partidas de Soria (Almazán). Mas tarde traslada sus esfuerzos a la Provincia de Segovia y después con insistencia, sobre las comunicaciones Briviesca- Burgos y Burgos- Valladolid. Se desplaza Merino hacia la comarca Ayllón-Boceguillas, cooperando nuevamente con las tropas de Soria. Debe abandonar su zona refugio perseguido por los franceses, marchando hacia Aragón por Sigüenza. _ Fase 4ª. Guerras de desgaste y grandes concepciones estratégicas de Lord Wellington. Abarca los años 1811 y 1812. Aumentadas sus fuerzas, Merino actúa sobre Segovia con la Caballería. Mas tarde reanuda sus ataques sistemáticos sobre las comunicaciones Briviesca-Burgos y Burgos-Valladolid. La Junta de la Provincia de Burgos es apresada y ahorcados sus componentes en Soria. Acción importante de Merino en la zona de Aranda, en Hontoria de Valdearados, en Abril de 1812. Merino coopera en acciones de envergadura: - Persecución de las Tropas de Marmont, que se repliegan de Arapiles (fines de Julio de 1812 ), en el Valle del Esgueva. - Asedio del Castillo de Burgos por las tropas aliadas, dirigido por WeIlington Octubre de 1812. - Fase última. Ofensiva de la Victoria. Los franceses ocupan la línea del Duero hasta Roa y mantenían importantes fuerzas desde Somosierra hasta Sepúlveda. Merino concierta con El Empecinado una acción conjunta sobre la guarnición de Sepúlveda. El Empecinado, viendo amenazado su flanco por el movimiento de tropas francesas, abandona la acción, que debe continuar Merino. Brillante ataque por sorpresa a Roa, uno de los pocos que efectuó Merino sobre poblaciones ocupadas por los franceses. A partir de este momento, cesan las acciones de guerra de Merino La situación geográfica de Burgos ha marcado, a través de la Historia, su importancia estratégica como acceso desde Francia a Madrid, por Lerma y Aranda; de Francia a Madrid y a Galicia por Valladolid; de Francia a Santander por Reinosa y a Zaragoza por Soria y por Logroño. Evidentemente, el sentido de estas direcciones hay que considerarlo tanto para ir como para volver, por cuya razón se mantuvo la ciudad de Burgos permanentemente ocupada por los franceses en la Guerra de la Independencia. Esta circunstancia iba a marcar la importancia de lo que allí sucedió durante todo el tiempo en que se desarrollo la contienda, y señaló la misión de Merino: actuar sobre las comunicaciones. Para Napoleón, el Eje Estratégico principal de España, era el que sigue desde Francia a Vitoria, Briviesca, Burgos, Valladolid y Salamanca, como se expone en el trabajo de la Escuela de Estado Mayor" La Guerra de la Independencia" correspondiente a la Clase de Historia del Arte (11)Militar, años 1980 - 81. El santuario o zona de refugio de Merino, se extendió por la que Santillán llama, de manera general, Sierra de Burgos, que comprendía la Sierra de la Demanda, Montes de Oca y las Sierras de Neila y Nafría. Mas al sur, Merino utilizó con el mismo fin la Sierra de Ayllón. De todas ellas, la que ofreció mas sosiego a Merino fue la Sierra de Neila en sus dos vertientes, al norte Canales y al sur Hontoria del Pinar. Pero Merino, con frecuencia, no mantenía a sus hombres en el mismo lugar ni juntos, sobre todo cuando sus fuerzas alcanzaron un número considerable. Para la ejecución de los ataques, es lo más probable que las fuerzas que iban a intervenir se aproximaran a la zona de acción desde los refugios o zonas de reunión próximos al lugar de empleo de los medios. Así podemos aventurar que los Montes de Oca servirían para incidir sobre el camino de Briviesca a Burgos por el valle del Río Oca. La sierra de Neila para intervenir sobre Quintanar de la Sierra y Hontoria del Pinar. La Sierra de Nafría, para las incursiones sobre la ruta de Aranda a Almazán y de Aranda a Soria, sin que tratemos de excluir otras combinaciones. Podemos pensar en la Sierra de Ayllón como zona de preparación para las acciones sobre Boceguillas y su comarca. Los ataques, tan frecuentes., sobre la zona de Quintana del Puente, seguirían el curso del Río Arlanza y otros caminos diversos desde los montes de Quintanilla de la Mata. Cuando Merino se vio obligado a dejar la Sierra de Burgos, lo hacía normalmente hacia Aragón por Sigüenza. En alguna ocasión, de forma sorprendente, después de salir en la dirección que hemos dicho, apareció por la Provincia de Palencia. Su arte para desorientar a sus perseguidores resulta fascinante. Lo cierto es que nunca fue sorprendido ni alcanzado. Santillán, incide con amplitud y detalle sobre las carencias de instrucción de las tropas de Merino y de los mandos, principalmente de la Infantería, hasta la llegada del Sargento Mayor Angulo. Para instruir a la Caballería, Santillán tradujo el reglamento táctico francés, en cuyo contenido impuso a la Caballería de Merino, según escribe él mismo. Por aquellas fechas se empleaban varias tácticas de Caballería: la llamada de Ricardos ( con el nombre del famoso General de la Guerra del Rosellón ), la inglesa, la francesa y la mixta de estas dos. También la formación de los mandos, preocupaba a Santillán y así imbuyeron los estudiantes de la Partida de Merino a éste, la necesidad de que hasta los mandos más modestos debían recaer en personas con estudios. Las acciones militares, que podemos llamar complejas, las relata Santillán minuciosamente. No se detiene en muchas de ellas, pero son grandemente sugerentes las descripciones de los encuentros de Almazán, Hontoria de Valdearados ( donde no estuvo Santillán por encontrarse de comisión en la Coruña ) y la sorpresa de Roa. Manifiesta Santillán el dolor y rechazo que le proporciona la crueldad que se practicó con los prisioneros en las primeras épocas, ejercida como respuesta a la que practicaban, con alarde, los franceses. Santillán, no deja de expresar su admiración profesional sobre los mandos y unidades francesas. Reconoce su eficacia e instrucción para el combate. No opina del mismo modo en cuanto a los crueles y arbitrarios mandos territoriales franceses Traemos aquí dos ejemplos sobre la primera idea del párrafo anterior. - Mientras Santillán relata el combate que mantuvieron entre Riaza y Sepúlveda el año 1813, dice: "Había poca diferencia en el número de hombres de una y otra parte y si bien no podía dejarse de reconocer que la había en la calidad, los franceses hubieron de formar de nosotros una idea mas aventajada que la que antes tuvieron, al ver el orden y precisión con que nuestras tropas maniobraron a su vista y esto pudo retraerlos de empeñarse en una persecución arriesgada." - Cuando narra los acontecimientos que siguieron a la Batalla de Arapiles, escribe: "Así llegaron a las inmediaciones de Burgos, en donde el General Claussel, que había tomado el mando de aquél Ejército deshecho, lo reorganizó tan inmediatamente que no pasaron ocho días, cuando ya con dieciocho o veintemil hombres, marchó otra vez sobre Valladolid" Este tipo de apreciaciones las hacían de igual modo los mas ilustres de nuestros generales y habría de reconocerlas, el propio Wellington. Es cierto que el Ejército francés, alimentado con sus éxitos por toda Europa, llegó a contar con mandos y unidades de la mejor calidad. Ello supone un mérito añadido para los que se les enfrentaron día tras día, esforzándose por mejorar sus dotaciones e instrucción para el combate, durante cinco años, apoyados y estimulados por una población rural que veía arder sus casas, restringirse sus medios de supervivencia y peligrar sus vidas, mientras operaban por sus entornos las guerrillas. Santillán fue designado por Merino para cuatro comisiones a lo largo de la campaña. El relato de la primera de ellas parece" curiosísimo" a Gómez de Arteche. Las tres primeras las desempeñó en compañía de Antonio de Antón y la tercera con el Comandante Angulo, Jefe entonces de la Infantería de Merino. La primera le llevó a Sevilla, a finales de 1809, a la Junta Central Suprema. La segunda, en 1812, a la Coruña y Ribadesella a recoger abundante armas y municiones que entregaban los ingleses. La tercera, también en 1812, le llevó a entrevistarse con Lord Wellington y con el General Castaños, en vísperas del asedio del Castillo de Burgos y la cuarta tuvo como finalidad concertar con El Empecinado una acción conjunta sobre Sepúlveda, en 1813. Las dos primeras estuvieron plagadas de riesgo, al moverse con cargas en mulas por espacios cubiertos de tropas francesas. Cada una de estas dos confusiones requirió mas de dos meses y medio de desarrollo. Consideramos de gran interés el juicio crítico que hace Santillán sobre el Cura Merino durante la Guerra de la Independencia. Reconoce los mayores méritos a su valor su autoridad, entrega, y honradez, su afán por mejorar la disciplina e instrucción de sus tropas, así como su habilidad personal en los combates. Pero no le considera capacitado para el mando de unidades importantes y especialmente desconocedor del empleo de la Infantería. Todo ello parece lógico, puesto que no tenía Merino una verdadera instrucción militar para la organización del mando y empleo de varias unidades o de diferente naturaleza, a la vez. Afirma Santillán que es mérito de Merino todo lo bueno conseguido a lo largo de la guerra. Por último, Santillán reflexiona sobre la utilidad y conveniencia del empleo de las guerrillas en cualquier futura invasión de España. Su veredicto no puede ser mas claro: las guerrillas, bien mandadas e instruidas, son de indudable importancia en el desarrollo de una guerra de este tipo, pero sin que lleguen a contar con un exceso de fuerzas, que las haría poco manejables y altamente vulnerables. Tampoco la composición de ellas debe ser uniforme, dependiendo de múltiples factores, como el tipo de terreno, el enemigo y los medios. Es decir, teniendo en cuenta los clásicos factores de la decisión. Tipos de combates utilizados por las tropas de Merino La mayor parte de las acciones de guerra de Merino tuvieron el carácter de ataques por sorpresa a convoyes, correos, formaciones en marcha, escoltas, etc. Pero también llevó a cabo Merino operaciones de mayor complejidad, con medios numerosos que incluían Caballería e infantería, Traemos aquí algunos ejemplos esquematizados, que se describen en los manuscritos de Santillán, de combates realizados con las características últimamente aludidas., y que se asemejan a los preconizados por los reglamentos actuales Defensa de una población por tiempo limitado. Defensa de Almazán en el año 1810. Terreno Al norte de la población de Almazán estaba el puente sobre el río Duero y a la salida de dicho puente se extendía un arrabal. Dominando el puente, en el recinto de la población, una Iglesia. Fuerzas en presencia Franceses Merino- Tropas de Soria No se detallan sus efectivos que, no obstante, -Un Batallón de Inf. pueden identificarse con una columna de 1.200 mandado por Tapia. Hombres que habían pasado de Aranda al Burgo - Un Batallón de Soria. de Osma y a Soria. Llevaban pocos caballos. - Caballería de Merino: Pudieron sumarse algunos efectivos franceses de 400 hombres. Soria. - Un Escuadrón de Caballería de Soria. Desarrollo de la acción. La finalidad de la misma fue la de distraer tropas francesas que marchaban hacia el norte de la Provincia de Soria para desalojar a los guerrilleros y destruir sus instalaciones en dicha comarca. Se estableció en el interior de la población de Almazán, como reserva, el Batallón de Soria. Pasado el puente, hacia el norte, en el arrabal, desplegó la Infantería de Merino y más adelante, la Caballería con una Compañía en avanzadilla, que mandaba Santillán. Los franceses atacaron de norte a sur y tras los primeros disparos fue herido Santillán en el brazo izquierdo. Pasó a hacerse una ligera cura para volver a la acción. Merino replegó a la Caballería, situándola en el flanco izquierdo en la dirección de la defensa, para evitar un envolvimiento, sin poder participar con su fuego al haber consumido la munición. Se inició el ataque al arrabal y cayó muerto el hermano de Merino de un disparo. A las tres de la tarde levantaron los franceses un pañuelo blanco que detuvo el combate por un tiempo, creyendo muchos de ellos que eran los españoles los que habían solicitado el alto el fuego. Reanudado el combate, se continuó hasta la noche. A la mañana siguiente, Merino se dirigió a Burgo de Osma y los de Soria se retiraron igualmente. La ciudad fue incendiada por los franceses. La población , que había tenido un comportamiento heroico, abandonó sus casas y marchó donde cada uno pudo. El Alférez de Caballería de Merino, Cebreros, y doce soldados, que habían sido cogidos prisioneros por los franceses, fueron llevados a Burgos, fusilados y colgados de los árboles por orden del Comandante General. Poco tiempo después, Merino cogió treinta prisioneros franceses en Madrigal del Monte y en Quintanapalla que fueron fusilados cerca de Burgos," para hacer ver al Conde Dorsent que no quedaban sin venganza los que él nos había colgado" escribe Santillán. Encuentro de Merino con los franceses en las cercanías de Hontoria de Valdearados, el año - Terreno. Desde Hontoria de Valdearados a Aranda, el terreno presenta una línea de alturas, para descender hacia el cauce del Río Duero. - Fuerzas en presencia. Al conocer la guarnición francesa de Aranda la presencia de Merino en las proximidades de Hontoria de Valdearados, en cuyo pueblo había dormido Merino separado de sus tropas, envía fuerzas en busca de las del guerrillero. Franceses Merino - Un Batallón de Infantería polaca. - Un Batallón de Infantería del Arlanza. - Un Escuadrón de Caballería. - Tres Escuadrones de Caballería. - Desarrollo de la acción. La Infantería francesa, que marcha desde Aranda en dirección noroeste hacia Hontoria, encuentra de frente a la de Merino al descrestar la loma que las ocultaba, siendo fijada por el fuego de la Infantería de Merino que mandaba Angulo. En su movimiento, para zafarse del fuego de los españoles, la Infantería francesa se desplaza hacia el sureste, presentando su flanco al descubierto, ocasión que aprovecha Eustaquio de San Cristóbal para atacarla con sus dos Escuadrones, con rapidez y gran energía, causándola importantes bajas y haciendo prisioneros a los supervivientes. Entre tanto, el Escuadrón que mandaba Antonio de Antón, atacaba enérgicamente al Escuadrón francés de Caballería, que progresaba a retaguardia de su Infantería. Los franceses huyeron en desbandada hasta encontrar refugio en Aranda. - Resultados. Se hicieron numerosos prisioneros, algunos de los cuales fueron fusilados por Merino, como represalia por haber sido ahorcados en Soria los componentes de la Junta de Burgos que habían sido aprehendidos en Grado del Pico. Asalto a Roa por las tropas de Merino y posterior retirada el año 1813. -.Terreno. Roa. Ciudad sobre el Río Duero, en la margen derecha, situada entre Aranda y Peñafiel. Amurallada en la época de los sucesos que se describen, tenía tres puertas de acceso, al norte, al sur y al oeste. Entre Roa y Peñafiel, a media distancia, se encuentra el pueblo de San Martín de Rubiales, con un puente sobre el Duero. - Fuerzas en presencia. Al decidir Merino el ataque, desconocía la entidad de la guarnición de Roa, así como los dispositivos preparados para su defensa. Franceses Merino - Un Batallón de Infantería. - Dos Batallones de Infantería del - Un Escuadrón de Caballería Regimiento Arlanza. de la Guardia Real de José I. - Tres Escuadrones de Caballería. - Desarrollo de la acción, Merino decide atacar desde el norte la puerta de Roa que se presenta sobre el camino que viene de La Horra, con un Batallón, mientras sitúa el otro Batallón ante la puerta del oeste. 1ª Fase. Asalto de la ciudad. El Capitán Machado, con fuerzas de Infantería, asalta la muralla y franquea la entrada por la puerta norte, dando paso al 1º Batallón de Merino y a la Caballería que le sigue. Abierta la puerta del oeste de la ciudad, entra por ella el 2º Batallón. Se combate en las calles y la Caballería francesa fuerza la salida del sur y atraviesa el puente sobre el Duero. Los Escuadrones españoles, mandados por Antón y por Santillán, persiguen a los franceses, que escapan en dirección a Peñafiel. Pero Merino había enviado al Teniente Leiba con buen número de caballos a cruzar el Duero por el puente de San Martín de Rubiales, para que enfrentara a la Caballería francesa que buscaría cobijo en Peñafiel. El Escuadrón francés fue batido y hechos prisioneros los supervivientes, entre ellos el Comandante del Escuadrón, Príncipe Cassano, Ayudante de José I, que fue detenido por los soldados de la unidad que mandaba Santillán. La Infantería francesa, batiéndose, logró abandonar el recinto amurallado y emprendió su retirada por la margen derecha del Duero. - 2ª Fase. Retirada de Merino. No interesaba a Merino permanecer en la ciudad de Roa recientemente conquistada. Por otra parte, era evidente que la muy importante guarnición francesa de Peñafiel acudiría en apoyo de los que se retiraban de Roa y en persecución de Merino. Así ocurrió, y Merino ordenó la retirada por el camino de La Horra y Sotillo de la Ribera, hacia el valle del Esgueva, para continuar desde allí hacia la Sierra de Burgos. La fuerte presión ejercida por los franceses decidió a Santillán a sacar dos Escuadrones del camino y desplegarlos entre la arboleda que existía entre La Horra y Sotillo, dando tiempo a que la Infantería se estableciera en otra línea mas retrasada. Así se hizo consecutivamente hasta que, al llegar la noche, cesó la persecución -de los franceses. - Resultados. - Roa no volvió a tenor guarnición francesa. - Merino llevaba consigo a 150 soldados de Caballería de Escuadrón de la Guardia Real de José I y al Ayudante de este, Príncipe de Cassano, prisioneros En libro de Gregorio Marañón " Empecinado visto por un inglés en el que traduce y anota la obra del inglés Hardman sobre el Empecinado y sobre Merino, Hace una referencia, en nota del traductor, a los manuscritos de Santillán sobre la Guerra de la Independencia, en la que afirma que Gómez de Arteche los había utilizado en su obra ya citada. Señala Marañón como posible, que lo que escribe Hardman sobre Merino, lo oyó de boca de Ramón Santillán, al que el inglés se refiere como un "testigo presencial, oficial de Merino" con el que Había hablado. Hardman añade que Santillán llegó a ser considerado como uno de los mejores oficiales de. Caballería de España* En un pasaje posterior, Hardman escenifica un desfile de las tropas de Merino, que debió ser el que ocurrió con motivo de la revista que efectuó el General Mendizábal en otoño de 1811 y de la que quedó impresionado muy favorablemente el que era Jefe del 7º Ejercito. No hemos encontrado en ninguna otra parte la descripción de la uniformidad adoptada por las unidades del guerrillero de Burgos, por lo que consideramos de interés reproducir lo que dice Hardman: "Primero venía la caballería, bien montada y equipada :sus famosos húsares, que, con la pelliza azul bordada en blanco, sus armas bruñidas y sus hermosos caballos, podía emparejarse, sin menos cabo, con la mejor fuerza regular de la caballería francesa. Cada escuadrón montaba en caballos del mismo color." Mas adelante se refiere a la infantería "Uniformada de gris con adornos rojos, también con aspecto de limpieza y disciplina grandes. En sus quepis de cuero negro se veían las armas de Burgos, en blanco, rodeadas del nombre del regimiento, que era el de Arlanza". Hasta llegar a una presentación tan brillante, habría de pensarse en la labor intensa de los mandos, las Juntas y de los burgaleses de todas las comarcas de la Provincia de Burgos. En cuanto al armamento, Merino afirmaba que procedía de capturas al enemigo en su totalidad. No debe chocar esta afirmación frente al hecho de que se recibieran nuevas armas facilitadas por los ingleses, puesto que la recepción de dichos medios se produjo un año mas tarde y tenía por objeto dotar a las nuevas tropas que Mendizábal ordenó movilizar a Merino, después de la revista a que hemos aludido. El aumento de efectivos no llegó a materializarse y las nuevas armas debieron permanecer en la sierra de Burgos, donde las llevó Santillán, Hasta el final de la Guerra. .·- ·-· -··· ·· ·-·· José Ramón de Santillán. Notas (1).-RAMÓN SANTILLÁN, Primer Gobernador del Banco de España. MEMORIAS (1808-1856). Tecnos, Banco de España.1996. (2).-"Soria en la Guerra de la Independencia". José Antonio Pérez-Rioja. Estudios de la Guerra de la Independencia. Tomo I. Institución Fernando El Católico. Zaragoza,1964. (3).-EL OBISPADO DE CALAHORRA Y LA CALZADA DURANTE LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA. José María Sánchez Diana. Institución Fernando el Católico. Zaragoza, 1964. (4).-"Lerma en los comienzos de la Guerra de la Independencia". Santiago Saiz Bayo. Congreso Internacional de Historia Militar. Zaragoza, 1982. (5).-"Guerra de la Independencia. Historia Militar de España 1808 a 1814". José Gómez de Arteche. Volúmenes 7 y 9. Madrid 1891 y 1893. (6),"El Cura Merino . Su vida en un folletín". Eduardo de Ontañón. Vidas Españolas e Hispanoamericanas del Siglo XIX. Madrid, 1933. (7).-"El Escuadrón del Brigante"- Pío Baroja. Editorial Caro Raggio. Madrid 1992. (8).-"Aviraneta o la Vida de un Conspirado". Pío Baroja. Editorial Caro Raggio. Madrid, 1987. (9).-"Las Guerrillas Españolas o las Partidas de Brigantes en la Guerra de la independencia" por un español enemigo de toda dominación extranjera. Imprenta de F. Martínez García. Calle de Segovia, nº 26. Madrid, 1870. (10).-"La España del Siglo XIX. 1808-1898" Vicente Palacio Atard. Espasa Calpe. Madrid, 1978. (11).-"La Guerra de la Independencia". Escuela de Estado Mayor del Ejército. 1980-81. (12).-"EI Empecinado visto por un Inglés". Traducción y Prólogo de Gregorio Marañón. Espasa Calpe, Madrid, 1958. | | Revista Arbil nº 65 La página arbil.tk quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina "ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del públicosiempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen. | Foro Arbil Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. 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