Mi propósito es ilustrar, mediante una anécdota familiar, una tópica contienda política, sobre todo cultural y universitaria, que se desarrolló durante el régimen de Franco, y que terminó, vista la España de hoy en día, con la derrota de ambas partes. El apellido Pemartìn, aunque eufónico, no es español. Aparece cuando un francés, minero en la región de Zacatecas, Méjico, se nacionaliza español el 17 de noviembre de 1813, se conserva el decreto. De la plata que trajo procedería un hermoso escudo de armas y una bodega de amontillados y coñacs llamada luego "José Pemartín". Del Jerez y el Cádiz de los Primo y Pemán, no sólo de Alberti, procederán los dos vástagos que hemos elegido como anécdota y ejemplo. Nada más comenzada la Guerra de España, entre quienes la vivían como Cruzada comenzó otra contienda más sorda y discreta. Nos interesa hoy sólo su aspecto cultural e ideológico; académico-universitario, literario y filosófico. Por una parte estaban los falangistas de la Vieja Guardia, cuyas cabezas segadas en el primer año de guerra fueron sustituidas por un grupo muy cualificado de neofalangistas encabezado por Serrano Súñer; Laín Tovar...siendo puente entre ambas ramas Dionisio Ridruejo. Estos para A. Fontán "aspiraban al monopolio político de la Universidad y hasta una especie de militarización civil de los estudiantes, y aun del profesorado en el seno del sindicato escolar..." (SEU)(1). Sus opositores, en todo frente no castrense, eran los miembros del "catolicismo político", expresión que debe entenderse en categorías de tiempo y lugar, pues no excluye ni el catolicismo de un falangista, indiscutible en el caso del fundador José Antonio, ni la conducta particular moralmente reprochable de alguno de sus componentes más señeros.(2) Los unos apoyados por el Eje, los otros por el Vaticano. En cierto modo, todos "romanos". En esta contienda académica, el tradicionalismo político y religioso más consecuente, el carlismo, tendrá mucho menos peso que en el de los frentes de guerra. En principio, la resistencia al proyecto "revolucionario" de los azules se nuclea en torno a Pedro Saínz, el primer ministro de "Educación Nacional",y los hombres de "Acción Española", cuya revista y mentor Maeztu habían influido en la preguerra en el general Franco, uno de sus pocos suscriptores. Estos se adelantaron un poco a la ANCP por uno de los pocos errores, del por lo demás lúcido Herrera Oria; su tibieza neutral inicial en julio del 36, tal como se lee en su carta a Gil Robles. El Opus Dei cobró vigor en una fase posterior a la que nos ocupa. Sigamos. Ridruejo lo explica así; "ellos deseaban un Franco restaurador y no un jefe carismático. Nosotros queríamos un jefe de partido y no un mero usuario de nuestro movimiento. Ellos detestaban la fórmula de partido único de corte fascista. Nosotros la queríamos de verdad sin echar agua al vino"(3). Una monografía sobre el tema lo cuenta así; "frente a esta ofensiva falangista, la Federación de Amigos de la Enseñanza, los grupos católicos y la jerarquía de la Iglesia reduplicarán sus presiones para la consecución de una universidad estatal profundamente inspirada en las ideas católicas...apartada los más posible de toda interpretación nacional-sindicalista"(4). Toda la contienda acabó con la derrota azul progresiva. La del catolicismo se produjo más tarde y lentamente, mientras paradójicamente tenía el poder político, en los15 años siguientes al Concilio, por factores externos a l que nos ocupa. Un aparente residuo, sin ningún juicio peyorativo en ese término, de tantos titánicos esfuerzos lo podríamos percibir. La asignatura de religión en manos fundamentalmente del clero, las varias y prestigiosas universidades de inspiración católica. La notable presencia de la enseñanza privada gracias en gran medida a conciertos con el Estado. Por la otra parte, los logros fueron más débiles; la educación física pasó, en el caso de los chicos, de la tutela del Ejército a la de monitores procedentes del Frente de Juventudes,-la "Escuela de mandos José Antonio" capacitaba realmente para ello-, y la de chicas a monitoras, mucho menos exigentes, que venían de la Sección Femenina. Con la aparición del INEF la asignatura se normalizó poco a poco. Mención aparte merece la asignatura FEN, (Formación del Espíritu Nacional), "maría" que desapareció poco a poco. Algunos de sus profesores, si estaban licenciados, salvaron el empleo camuflados como bibliotecarios. Es ilustrativa la anécdota que cuenta Laín (5) de Torrente Ballester, despotricando contra las exigencias de padres de alumnos, burgueses, "harían bien en callándose, porque la guerra civil había sido el levantamiento de unos hijos descontentos de sus padres", Aquí entra ya el apellido-anécdota de nuestro título. Un alto funcionario aparece bien dispuesto a castigar, anotando negativamente el expediente del profesor de instituto Torrente. Pedro Sainz había nombrado Director General de Enseñanza Media y Superior a su paisano y correligionario José Pemartín, que sobreviviría en cuatro años a su ministro. José Pemartín (nacido en 1888), había escrito en tiempos de otro paisano, D. Miguel Primo de Rivera, a favor del régimen y contra sus opositores. También había escrito libros de filosofía como Introducción a la filosofía de lo temporal, de clara dimensión política y cierta tendencia neo-vitalista. Poco antes de acceder al cargo, escribió ¿Qué es lo nuevo?, articulación ideológica de formas originales que se basaba en "el ideal católico español". Postulaba unas políticas educativas claramente proeclesiales, que se reflejarán en la Ley de Enseñanza Media de 1938, de la que es artífice por encima de D. Pedro. Influida por el sistema de formación de la Compañía de Jesús, es, desde el punto de vista humanístico la mejor que hemos tenido. Por ejemplo, el papel de la filosofía y el latín, "las asignaturas de concentración" fue muy afortunado.Cosa distinta es que la depuración de los maestros por las Juntas Técnicas fue excesiva. Hasta la escarmentada LCE que entra en vigor estos días, todo lo demás, tanto con un régimen como con el sucesor, se puede resumir en un lento retroceso cualitativo y mejora en lo cuantitativo. Los discursos de Sainz dejan claro la renuncia al monopolio del estado. Imprimió carácter al proyecto, pese a que duró poco en el cargo y enseguida pasó al exilio.(ver nota 2) Amando de Miguel (6) reconoce que hasta los enemigos del régimen consideraron coherente y eficaz la gestión de los católicos que se sucedieron en ese ministerio, (parcela suya, como Justicia era para los tradicionalistas y Trabajo para los falangistas). La influencia de Pemartín aumentó con el ministro Ibañez-Martín. (Paradojas de la dictadura, el ministro fue hecho suegro por el lidercillo de un grupo minúsculo de estudiantes monárquicos que le fue a llevar una protesta, pero que tenía bastante más miedo a sus compañeros azules que a las autoridades, quizá por su apellido más evocador para la derecha que para Falange. Más tarde llegaría a efímero presidente; Calvo-Sotelo). En eso años, 1942, momento álgido de la II GM los falangistas estaban muy animosos y se enfrentaban a veces al clero; en cuyos colegios se zancadilleaba la docencia política falangista. El jerarca azul y camisa vieja que canaliza esa protesta será Julían Pemartín, que públicamente atacó el monarquismo cuando el Caudillo planeaba lo de constituirse en "Reino". He aquí que personifican "en familia" la lucha "entre familias" de aquel tiempo. Además de ello, posibilitan, quizá por la coincidencia de iniciales, no sólo de apellido, meteduras de pata asombrosas por parte del (des)prestigioso historiador Paul Preston (Franco, Grijalgo 1994, pag.573). También la gruesa e infumable historia de la filosofía de Abellán, así como la Historia del franquismo de Sueiro-Díaz, Vazquez Montalbán en su venenosa Autobiografía del general Franco. Tambien de G.G. Queipo de Llano en Los intelectuales y la dictadura de Primo de Rivera. Un error que nunca hubiese tenido el experto en el periodo, y en el "prefascimo hispano", Salomón Ben-Ami, embajador que fue de Israel en España, pero que se explica quizá por el parentesco de aquella con el abatido Tusell. Para ser justos, el victimario de éste, De la Cierva, también yerraría en Historia básica de la España actual, 1880-1980. Conservadores subversivos de otro serio historiador Pecharromán, también recoge el error. Tanto el profesor de filosofía Victor Vazquez (El basilisco nº 20),como Gregorio Cámara (ver nota 4), se regodean con el habitual equívoco. Para el primero de estos, de ideología izquierdista, la concepción del mundo de Pemartín estaba lejos de ser pobre o trivial, pero renuncia a implantarla, a diferencia de Gentile o Heidegger, mucho más implicado el rector y miembro del NSDAP en la ideología del Reich que lo que se cree. Otra consideración que puede hacerse, en las diferentes visiones de los "dos hermanos", es que José, el de derechas, tiene una visión elitista atemperada, coincidiendo con las ideas de su ministro, y de Zaragüeta y Scheler. Fontán y Cámara señalan que la cuña contra el monopolio educativo del estado, y la educación centralizada de sistema napoleónico, a la que aspiraría Julían, se estableció con "la privatización del sector medio de la enseñanza, que se consiguió fundamentalmente a través del mecanismo del Examen de Estado, la separación de las funciones docente y examinadora, que tuvo como principales beneficiarias a las órdenes y congregaciones religiosas dedicadas a la enseñanza" (op. Pag.97). Hay una fórmula de J. Aguirre que resume un poco todo esto; "En España Pemartín nos libró, ayudado un poquito por Franco, de la revolución nacional-sindicalista." Un proceso que comenzó en educación desde la misma guerra, con Sainz, autorizado por Franco en el 38 y consolidado en el 42, antes de que los vientos internacionales lo aconsejaran en todo lo demás. Los Julianes fueron desplazados por los Josés, y ambos luego por vientos mucho más poderosos. La muerte reconcilia y enseña. ·- ·-· -··· ·· ·-·· Francisco Javier D. de Otazú Notas (1) Los católicos en la Universidad española actual RIALP 1961 (2)Casi unas memorias Planeta 1976 pag. 194 (3) Pedro Saenz Rodríguez perdió el ministerio en Salamanca por razones poco políticas en principio, aunque eso supuso su paso madrugador a la oposición juanista. Hombre cultísimo, máxima autoridad en mística española, hasta el punto de influir en la tésis doctural sobre S. Juan de la Cruz del actual Papa, era muy malhablado, aficionado a la pornografía y a la prostitución menos elegante. La ojeriza de la puritana esposa de Franco fue decisiva. El testimonio del Director General de Policía, Caballero, va por ahí. (4) Gregorio Cámara. Nacional_catolicismo y Escuela: La socialización política del franquismo (1936-1951) Hesperia 1984 p. 218 (5)Obra anterior págs. 181 y 192 (6)Sociología del franquismo Euros p.52pag.73 |