| Revista Arbil nº 65 | Religión, fe y costumbres en España: anotaciones a la última encuesta del CIS. por Francisco Torres García ¿Cuál es la situación real del sentimiento y las creencias religiosas en España? ¿Hasta qué punto nos encontramos en una sociedad que se aleja progresivamente de las creencias religiosas? ¿Hasta dónde ha avanzado el proceso de conversión y reducción de las prácticas religiosas a meros elementos sociales sostenidos culturalmente por el impulso de la tradición? Una encuesta del CIS viene a presentarnos a una sociedad que se sigue declarando mayoritariamente católica pero que al mismo tiempo duda de la existencia de Dios, se ha alejado de las prácticas religiosas y sólo mantiene los elementos culturales del catolicismo | La sociedad occidental del siglo XX es, prácticamente, una sociedad secularizada donde las creencias religiosas, básicamente cristianas, van quedando reducidas a los ámbitos de los privado y al mantenimiento de ciertas actitudes y costumbres de carácter cultural de las que se ha borrado toda realidad trascendente. El proceso de secularización, iniciado en el occidente europeo en el siglo XVIII y que comenzó su desarrollo pragmático en el siglo XIX, se encuentra hoy en sus últimas fases, aunque cuente con reducidos pero importantes enclaves de resistencia reforzados por el pontificado de Juan Pablo II. Esta secularización se ha hecho especialmente grave en España. Un país que ha pasado de ser un enclave del catolicismo hasta finales de los sesenta a un país donde el catolicismo se encuentra en franca regresión. España, dentro de su hinterland geopolítico, constituyó un caso específico dentro del avance continuo del proceso de secularización en el occidente cristiano. El proceso avanzó de forma mucho más pausada en nuestro suelo que en otros lares debido, fundamentalmente, al sostenimiento de la unidad religiosa en la quiebra del siglo XVI, al fuerte influencia que la Iglesia mantuvo sobre la sociedad hasta bien entrado el siglo XX y a la presencia de importantes núcleos de católicos practicantes con vocación misional y de testimonio que frenaron, aunque no detuvieron, el impulso de los poderes públicos en aras de la secularización. Después de la guerra civil se dio en España el curioso caso, dentro del occidente europeo, de la toma de partido del poder político por la puesta en práctica de un proceso de recristianización social. Proyecto ambicioso que tenía por objetivo detener, de forma definitiva, el proceso secularizador de nuestra sociedad fortaleciendo su raíz católica. Evidentemente, esa acción política, apoyada fervientemente y sin fisuras durante tres décadas por la Iglesia, sólo consiguió atrasar la secularización definitiva de nuestra sociedad. Es en los años setenta cuando comienza, nuevamente, a acelerarse el proceso de secularización que tuvo su gran impulso, apoyado por el poder público, en las dos últimas décadas del siglo XX. La situación actual de la Fe y las creencias religiosas en España ha sido objeto de debates diversos a lo largo de las últimas décadas, sobre todo por la influencia social que la Iglesia ha tenido en España y que hoy se va reduciendo progresivamente. Pero, ¿cuál es la situación real de la Fe y las creencias religiosas en la España de hoy? Los datos oficiales parecen escalofriantes. Un reciente estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas ha abordado la cuestión en profundidad y aunque al mismo puedan hacérsele las objeciones que se quiera no cabe duda de que marca, sin dudas de ningún tipo, la tendencia de la sociedad española actual. El estudio del CIS 2443 de enero de 2002, publicado en su boletín número 29, sobre "Religión y sociedad", no hace sino confirmar de forma empírica las apreciaciones de numerosos comentaristas y ratificar la constante pérdida del peso de las creencias religiosas en la sociedad española. Aunque el trabajo se refiere a cualquier tipo de creencia religiosa es de subrayar que se trata básicamente de una reflexión sobre el catolicismo en España, ya que sólo un uno por ciento afirma ser creyente en otra religión mientras que un 80% continúa declarándose, en materia religiosa, como católico. Pero a lo largo del estudio y de este comentario explicaremos que se trata de un católico social o cultural y no de un católico practicante y con fe. También conviene señalar que un 12% se declara no creyente y que los encuestados tienen la percepción de que sus padres y la España de sus padres era básicamente católica, en un grado superior al 95%. Los españoles, a tenor del estudio, continúan considerándose mayoritariamente católicos y dispuestos a mantener unas ciertas prácticas sociales heredadas del catolicismo en el que fueron educados. Ahora bien, son sólo nominalmente católicos. Continúan valorando bien a la Iglesia, pero, conviene señalarlo, otras instituciones como la Monarquía o las ONGs les ofrecen más confianza, aunque por detrás de la Iglesia y las organizaciones religiosas queden, en la confianza, el Ejército, los Medios de Comunicación, el Parlamento, la Justicia, los sindicatos o la banca. Todavía conserva, sin embargo, la Iglesia una importante capacidad de influencia, otra cuestión es que la ejerza o no. El 43% de los españoles continúa pensando que tiene mucha o bastante influencia, pero sin olvidar que el 73% opina que mucha menor que hace diez años y que, transcurrida una década más, se habrá reducido notablemente si se continua el actual proceso. Que la propaganda mediática y el discurso imperante que propugna la reducción de la religión al ámbito de lo estrictamente privado sin capacidad para influir en la política y en la sociedad han hecho mella lo demuestra el dato de que más del 70% de los españoles estima que a la hora de votar a un partido no se deben tener en cuenta las creencias religiosas propias, lo que significa que la inmensa mayoría de los que se consideran católicos no comprenden que tienen, como tales, unas obligaciones contraidas a la hora de marcar la dirección de la vida pública influyendo en las decisiones de los gobernantes. Católicos teóricos, católicos culturales, católicos del discurso religiosamente correcto, porque los datos facilitados por el resto del estudio no dejan de dibujar la realidad del catolicismo en España. Solamente, solo, un 42% de los españoles creen firmemente en la existencia de Dios. La pregunta es obvia, ¿cómo pueden declararse católicos un 80% de los españoles si sólo un 42% cree en la existencia de Dios?. La conclusión también es obvia: se declaran así porque aún lo consideran como un valor socialmente correcto. También los hay que dudan, ya que un 31% afirma: "más bien creo en la existencia de Dios". Pero no resulta menos evidente que, al menos un 8% de los que se declaran católicos dudan de la existencia de Dios. España tiene una sociedad de católicos declarados pero que en su mayoría no cumplen los preceptos más comunes: solamente un 25% asiste a Misa semanalmente aunque un 40% confiesa asistir en alguna ocasión. Lo que significa que, al menos, un 15% de los que se declaran católicos no asiste nunca a misa. Más clarificadora resulta la escasa participación de esos católicos en otras actividades o en organizaciones religiosas: un 60% nunca lo ha hecho. El 80% de los españoles se considera católico. Lo hace, sin duda, por el peso de la tradición, por la inercia de la enseñanza recibida y del proceso de recatolización que se dio tras la guerra civil. Ahora bien, el 56% de los españoles se consideran como personas poco o nada religiosas. Dato importante pero que se torna más revelador si entramos en la valoración por edades. ¿Qué ha sucedido con los españoles nacidos en los últimos treinta años que han sido educados en materia religiosa con parámetros muy distintos a sus padres? La encuesta es, también en este punto desalentadora, el 75% de los nacidos a partir de 1970 se considera poco o nada religioso, y eso teniendo presente que la inmensa mayoría recibieron, durante diez o quince años, enseñanza religiosa en los colegios e institutos, lo que nos llevaría a preguntarnos por el tipo de enseñanza religiosa que se imparte y la finalidad real que tiene. Las diferencias con generaciones anteriores son abismales. Aún a riesgo de ser una interpretación aproximada anotaríamos que de los nacidos en torno a 1940 el 60% se sigue considerando hoy "muy o bastante religioso", elevándose a un 75% en el caso de los nacidos una década antes. Quizás por ello, por ese poso, se destaque el dato de que un 22% de los españoles continúan considerando que la enseñanza de la religión debería de ser obligatoria. Queden las deducciones de estos datos a la voluntad de los lectores. ¿Qué queda realmente del catolicismo en España? Debe quedar algo más de un 20% de católicos practicantes que tienen presentes sus creencias. Queda, también, el poso social y la disposición a mantener ciertas pautas culturales y sociales de raíz católica: un 64% de los españoles continua prefiriendo el matrimonio católico aun cuando la oposición al divorcio sea prácticamente inapreciable; prácticamente un 80% bautizaría a sus hijos y un 56% piensa que la enseñanza de la religión es algo importante para la educación de sus hijos; pero las creencias religiosas sólo preocupan, a la hora de tomar decisiones importantes, a un 33% de los españoles. La pregunta final que, evidentemente, no se plantea el trabajo publicado es si esta realidad es ya irreversible. Los datos parecen indicar que todavía existe un poso mayoritariamente católico entre los españoles; que de hecho un 38% estima que las creencias religiosas son cada día más necesarias y que más del 60% de los españoles mantienen lazos de unión con el catolicismo que pueden fortalecerse. Es evidente que la puesta en marcha de un proceso de recristianización, como tantas veces ha demandado Juan Pablo II, podría variar sensiblemente la situación del catolicismo en España, pero éste es imposible si los católicos no participan como tales en la vida pública española. ·- ·-· -··· ·· ·-·· Francisco Torres García. | | Revista Arbil nº 65 La página arbil.tk quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina "ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del públicosiempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen. | Foro Arbil Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042924 Apdo.de Correos 990 50080 Zaragoza (España) | | . 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