Un informe vinculado a la AVT, víctimas del terrorismo, denuncia la creación de una «Batasuna estatal». Dicho informe procede de Cataluña y fue publicado por "La Razón". Adviértase que la terminología de los denunciados ha contaminado a los denunciantes; en todo momento se denomina "estatal" para huir del adjetivo "nacional". Una estúpida concesión lingüística, que como se sabe, suele preceder a las políticas. Dicha operación sindical se apresuró a publicar un desmentido en prensa, que nos merece menos crédito que los comunicados internos de estos mismos sindicatos. No hay mejor fuente que la directa. De ellas nos valdremos. J. Arias Borque narra que «un conjunto de sindicatos nacionalistas y de extrema izquierda están gestando una "Batasuna estatal" que tenga una "mayoría social" que apoye en un momento dado la apertura de procesos soberanistas y a la que se uniría la creación de un partido radical con presencia en todo el Estado» revela un informe de la AVT en Cataluña. Según el mismo, «el embrión, que ha surgido en Cataluña, se ha establecido ya en todo el territorio y actúan bajo la apariencia de sindicatos moderados, (sic) ya que como revela este informe «los afiliados no tienen porqué conocer el proyecto político». Esto último nos consta personalmente: «durante años en esta región no ha cuajado ningún sindicato independentista debido a los orígenes inmigrantes de la mayoría de los trabajadores catalanes. Los independentistas radicales, de ideología leninista, en la mayor parte de los casos, se plantearon este problema como la «gran asignatura pendiente» cuyo aprobado es condición "sine qua non" para constituir un partido radical fuerte. «La opción de fundar un sindicato independentista no ha funcionado, y tampoco la estrategia de influir desde dentro de los grandes sindicatos, a pesar de que tienen lobbys que obstaculizaron, por ejemplo, la firma del pacto antiterrorista». Un elemento secundario es la fuerte tradición anarquista, poco compatible en un sentido ideológico profundo con los proyectos centrífugos nacional-marxista. Según el mencionado informe, en un documento del grupo radical MDT (Movimiento de Defensa de la Tierra), que ha llegado a pedir el voto para Herri Batasuna, a finales de los ochenta ya se planteaba la necesidad de fundar un sindicato cuyos dirigentes fueran independentistas: «No ha de ser necesario que sea explícitamente independentista, dado que habrá de abarcar a toda la clase obrera de Cataluña... aunque, eso sí, la mayoría de los sindicalistas serán independentistas, pese a que muchos afiliados no lo sean». «la idea que exponen es crear un sindicato aparentemente moderado, donde todas las ideas tengan cabida, pero cuyos líderes y cuadros principales deben ser independentistas». Esa idea es recogida posteriormente en un documento llamado "Haciendo Camino" donde se asientan las bases de la creación de un entramado de sindicatos aparentemente moderados, pero con líderes radicales, que deben operar en sus respectivas regiones. El sindicato base sobre el que se cimienta el proceso es la Confederación de Sindicatos de Trabajadores de la Enseñanza (STEs); «cada STE, en la medida de sus posibilidades, debe tomar la iniciativa y afrontar el compromiso de crear y dinamizar la coordinación estable de las organizaciones sindicales afines que actúan en cada territorio con el objetivo explícito de confluir en el tiempo, en la medida en que maduren las condiciones y los planes de convergencia en fórmulas más orgánicas que consoliden una respuesta global e intersindical desde el sindicalismo autónomo no burocrático». El documento cita expresamente a la Intersindical Alternativa de Cataluña (IAC) y a la Intersindical Andaluza, en cuyos procesos de formación ha estado presente LAB. (LAB es el sindicato afín a Batasuna). La importancia de esta fusión sindical se recoge en el nº de noviembre de 1998 de la revista radical "Lluita", en la que se afirma que «para entender el Tratado de Estella hemos de retroceder hasta el proceso de gestación de una mayoría social emergente en clave de soberanía que tuvo su origen en los acuerdos sindicales ELA-LAB». La idea es que partiendo de la capacidad de convocatoria de los sindicatos, apoyar la apertura de procesos de autodeterminación y que además concluiría en la creación de una organización política radical de fuerte implantación en todo el territorio. Como ejemplo de actuación se toma el caso de Cataluña, en el que tras la fusión entre STE y el sindicato USTEC se ha creado la IAC, Intersindical Alternativa de Cataluña, de la que forman parte la Candidatura Autónoma de Trabajadores de la Administración de Cataluña (CATAC), los Colectivos Asamblearios de la Universidad (CAU), y la fusión entre la Unión Sindical de los Trabajadores de la Enseñanza de Cataluña (USTEC), y la federación regional de STEs, que ya funcionan bajo la sigla de USTEC-STEs. La IAC está coordinada, además, con la Coordinadora Obrera Sindical (COS), central que la banda armada "Terra Lliure" calificaba como «organización sindical propia». Además, no se descarta que todas estas organizaciones confluyan en otra, mucho más amplia, en la también se integrarán la Intersindical CSC y la Federación de Trabajadores de Cataluña (FTC). Según documentos anexos, la existencia de este proyecto fue puesta de manifiesto por el secretario general de la COS, Joan Pujol, en verano de 2000.reconoce en una entrevista en la revista independentista "Poble Insurgent", que desapareció en julio, haberse integrado en la IAC y formar parte de una «intersindical estatal» con el sindicato abertzale LAB como socio en Vascongadas. La implantación de este entramado radical es ya patente. El grupo principal sobre el que se cimienta, la Confederación STEs, está presente en todo el Estado, donde ya ha empezado a crear otras intersindicales. Ejemplo de ello es el trabajo con la Confederación Intersindical Gallega (CIG), -CIG/CXTG es hegemónica en Galicia, o la creación de las Intersindicales de Andalucía Canarias, Aragón y Comunidad Valenciana. En la primera participan, además de la Ustea (representante de STEs), el Sindicato de Obreros del Campo (SOC), -los ocupantes de fincas para mayor gloria del alcalde de Marinaleda,- el Sindicato Unitario Andaluz de Trabajadores (SUAT), y el Sindicato Unitario de Huelva (SUH). En la intersindical canaria, por ejemplo, colaboran STEC, el Sindicato Obrero Canario (SOC), la Confederación Autónoma Nacionalista Canaria (CANC), la Confederación Canaria de Trabajadores (CCT), el Sindicato Canario de la Salud (SCS) y el Sindicato de la Administración Local (SCAL). Hasta aquí llega el informe publicado. Pero no pone el acento real de lo que significan ya, no como proyecto, si no como realidad consumada, el plan STEs. Esta es la realidad en diciembre de 2002, a partir de la información de SUATEA, su sección de enseñanza en Asturias. A este sindicato perteneció Vicente Alvarez-Areces, hoy flamante Presidente del Principado, cuando se escindió del PC hacia el extinto MC, versión del EMK, (Movimiento Comunista de Euzkadi), salido de la VIII asamblea de ETA, para extenderse con limitada fortuna. Los llamados "chinos" fracasaron, y se refugiaron en esta región en Suatea los enseñantes y en la Corriente Sindical de Izquierdas, expulsada una vez descubierta de CCOO, en el metal. Hoy se extiende a otros sectores. No es imposible saber que haya sido presidente de junta de personal autonómica un ardiente postulador de HB en las europeas. Pues bien, los STEs son el único sindicato que está creciendo globalmente en las elecciones de la enseñanza. Más de dos tercios de los profesores que educan a nuestros hijos, votan marxista, pero lo grave es que un quinto de ellos lo hace por quienes secundan los planes arriba descritos. A falta de votar en Segovia, Badajoz, País Vasco y Navarra, los resultados son estos: CCOO 367 delegados, STEs 361 delegados, UGT 224 delegados, ANPE 238 delegados CSIF 166 delegados, El resto son una pléyade de pequeños sindicatos regionales. Obsérvese que un sindicato desconocido para el gran público es el segundo, a punto de superar al primero. Con respecto a las elecciones de 1998, los sindicatos tradicionales "de clase", a veces con muy poca, y siempre burocratizados, los "independientes", a veces apoyados por el PP, como ANPE, en todo caso considerados "de derechas" por exclusión, han retrocedido algo. Los nuevos STEs avanzan. Los 2/3 de los chicos españoles estudian en la pública, y secundan toda huelga que se les sugiera. Sobre todo, si la nueva LCE huele a exigencia. Si hay un "sindicato de estudiantes" o una "asociación de padres" estamos en guatepeor. La derecha no se entera porque con ella no va ni el sindicalismo ni la enseñanza pública. Un sector importantísimo está "dejado de la mano de Dios". ·- ·-· -··· ·· ·-·· Francisco Javier D. de Otazú |