| Revista Arbil nº 64 | Las dos Navidades de los cristianos por Francisco Torres ¿Nos hemos planteado realmente como se celebra la Navidad en el mundo? ¿Existe o no existe la persecución del cristianismo en muchos puntos del planeta, aún cuando ésta se sitúe en los límites de la marginación? ¿Es la Navidad una fiesta realmente religiosa o se ha convertido en Occidente en un elemento más de la cadena de consumo? | A veces se suele olvidar que el cristianismo en general y el catolicismo en particular se extienden por todo el planeta. Desde Occidente, si no fuera por los continuos y necesarios viajes de Su Santidad Juan Pablo II, parece que no existe otra forma de vivir la Fe más que la que tan cómodamente impera en el mundo desarrollado, rico y de raíz cristiana. Una Fe más cultural que militante y que se ha hecho cómoda al modo fácil de vivir en nuestro mundo occidental. Sin embargo, existen dos mundos muy distintos. No es lo mismo ser cristiano, y más aún católico, en occidente que en un país islámico por ejemplo. Por ello, hemos querido abrir en estas páginas un breve espacio para la reflexión sobre la Navidad de los cristianos. Navidad igual en el sentido conmemorativo pero Navidades distintas en la forma de vivirlas. Como un símbolo, como un eje, como una demostración palpable de esas dos Navidades quedan las imágenes de la celebración en San Pedro de Roma y de la celebración, casi catacumbesca, del nacimiento de Nuestro Señor en la Iglesia de la Natividad de Belén rodeada por las fuerzas armadas israelitas. Desgraciadamente lo que sucede en Belén ya prácticamente no es noticia, y lo que sucede con respecto al cristianismo en otros países sufre el más duro de los silencios que lo relega a los espacios de la inexistencia. En los días de Navidad el lugar del nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo se encuentra cercado por las armas. Belén sufre en silencio el largo conflicto que asola Tierra Santa desde finales de los años cuarenta. Un conflicto que no ha impedido a millares de cristianos ir a postrarse en aquel lugar Santo. La basílica de la Natividad llora en silencio el día que para los cristianos constituye sinónimo de alegría mientras se escuchar el bramar de las armas. En este tiempo de Navidad es bueno detener un momento la mirada hacia los hermanos perseguidos, hacia quienes tienen que practicar y dar testimonio de su Fe entre la miseria, la persecución o la marginación. Muchos de ellos se encuentran abandonados por el resto de la comunidad cristiana occidental, ignorados, como si, en realidad no existieran. Especial atención deberían merecer, en estos tiempos de alabanza al denominado multiculturalismo y a la tolerancia por la tolerancia, los hermanos cristianos que viven en los países islámicos. Ellos viven su Fe entre la persecución, la marginalidad y el silencio. En muchos de esos países cualquier otra religión que no sea la mahometana está prohibida. En muchos de esos países burlar la prohibición equivale al delito y quizás a la muerte. En muchos de esos países es imposible ejercer cualquier labor misional. En muchos de esos países resulta una entelequia, una fantasía irracional, el plantear la posibilidad de abrir espacios públicos para el culto. Hace varios años tuve la oportunidad de andar, con cierta intranquilidad, por el barrio cristiano de El Cairo. Un barrio pobre y marginal, donde las iglesias se desmoronan y donde entrar a la pequeña iglesia edificada sobre la casa donde se alojaron, según la tradición, María, José y el Niño Jesús te demuestra en la práctica cuál es la realidad del cristianismo en muchos de esos países. Los países que constituían un islote en un mar de intolerancia hacia el cristianismo, el Irak y el Líbano han sufrido y sufren. El Líbano es hoy un país en ruinas donde se alimentó externamente el odio entre comunidades que habían aprendido a convivir. El Irak, probablemente el único país musulmán donde los católicos no son perseguidos (existe un millón y medio de católicos), se encuentra cercado, declarado amenaza para la paz mundial y al borde, de cambiar la situación, de convertirse en uno más de los países perseguidores de la zona. ¡Qué cabría decir de la situación de muchos misioneros en el África Negra! Tanto en el África dominada por el islam como en la que reina el sectarismo tribal. Navidades duras pero con Fe. Muy diferente es la Navidad occidental, en los países cristianos en general y en los católicos en particular. En Europa se plantea la posibilidad de articular una Constitución Europea y pocos son los que alzan la voz por defender, aunque sólo sea eso, la necesidad de que en esa Constitución se reconozca el significado del hecho religioso. Europa se plantea abandonar una de las señas de identidad que le dieron vida, el cristianismo para abrir las puertas a los países de la otra ribera. Europa celebra la Navidad devorada por el consumismo y el hedonismo, mirando para otro lado a la hora de buscar la justicia y el amor del prójimo, aunque su conciencia se contenta con la colaboración en alguno de los programas televisivos en pro de cualquier cosa. La celebra desde la tolerancia fingida, porque en realidad la religión ha quedado reducida, en el mundo rico actual, a un mero hecho cultural que es bueno mantener pero completamente vacío de contenido. Navidad sin peligros pero, probablemente, a nivel general con mucha menos Fe. ·- ·-· -··· ·· ·-·· Franciso Torres. | | Revista Arbil nº 64 La página arbil.tk quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina "ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del públicosiempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen. | Foro Arbil Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042924 Apdo.de Correos 990 50080 Zaragoza (España) | | Aldea de San Francisco Un proyecto de los franciscanos (de la Custodia) para construir 70 viviendas para familias cristianas en Tierra Santa (zona de Betfagé) Un remedio para evitar el éxodo de los cristianos de los Santos Lugares |