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| Revista Arbil nº 70 | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
Ósmosis brutal, o la inmigración como amenaza por Luis Martínez Viqueira Tras definir el problema, y vista la necesidad de personas que atiendan al tejido productivo de nuestros países se plantean otros problemas añadidos. Este proceso osmótico se produce mediante el trasiego de personas que proceden, casi siempre, de otros países con grandes diferencias culturales y religiosas. ¿Es esto un riesgo?, ¿puede producir desequilibrios en el modo de vida occidental? | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
| El Diccionario de Real Academia Española, define ósmosis (1) como: "paso recíproco de líquidos de distinta densidad a través de una membrana que los separa". El mismo Diccionario define brutal como: "propio de los animales por su violencia o irracionalidad", y también como: "extremadamente violento y, habitualmente grosero". El flujo de "líquidos humanos" a través de esa "membrana geográfica, económica, social y cultural" que pueden ser el Río Grande o el Estrecho de Gibraltar, por poner sólo los más conocidos ejemplos, es a lo que se llama aquí ósmosis brutal porque estas fronteras o membranas, separan en todos los aspectos, pero sobre todo en el económico, a dos mundos, a dos concepciones de la vida, la diferencia entre ellos es tan grande, que este paso de fluidos se convierte, por violento, en un proceso brutal. Esta ósmosis no se efectúa a través de una membrana semipermeable, es decir con flujo en un sólo sentido; el flujo es bidireccional. El Sur - Norte mediante el movimiento físico de personas en busca de futuro, el Norte - Sur mediante el sistemático bombardeo de información, imágenes, y todo tipo de señales que ponen de manifiesto, a diario y de forma insultante, la brecha existente entre el Sur pobre y el Norte rico. Una brecha que se agranda, que causa desesperanza y que lleva a hombres y mujeres de América, de Europa Oriental, de Asia y, sobre todo, de Africa a correr riesgos, impensables para nosotros, por apenas una brizna de esperanza, cuya materialización es poco más que imposible. Este proceso se produce entre los países que mantienen un régimen democrático y se pueden considerar Estados de derecho en los que todos tengan las mismas oportunidades (2) y aquellos en los que las diferencias aumentan de forma exponencial, no sólo entre ellos y sus vecinos desarrollados del Norte, sino también, internamente, entre las elites y el pueblo, insultantes para el decoro humano en unas sociedades desestructuradas y que mantienen organizaciones sociales cuasi-feudales que generan diferencias, situación esta que se ha acelerado durante este intenso y largo (3) proceso que se ha venido llamando "globalización". La extraña combinación de palabras que da título a este artículo pretende definir lo que en otros foros se ha definido como "relaciones, diferencias o rivalidad Norte-Sur" y en otros más alarmistas como "choque de civilizaciones (4)". Este hecho presenta diversas facetas, es una realidad poliédrica y como consecuencia genera diversos fenómenos, el más habitual, casi cotidiano, es la inmigración, sea o no legal, detalle éste que no deja de ser un mero formalismo administrativo. Otra consecuencia de esta ósmosis, de este encuentro o encontronazo, podrían ser, así en condicional, los tremendos acontecimientos que se produjeron el 11 de Septiembre de 2001 en Nueva York y Washington. Se pretende, en definitiva, hacer unas reflexiones en alto sobre uno de los problemas más acuciantes que presenta nuestra sociedad (5) en la actualidad y definir, estudiar y quizás proponer métodos desde el punto de vista político y de seguridad, sin olvidar otros más importantes como el respeto a la dignidad y derechos humanos para que este proceso varíe en algún sentido, bien para evitar la ósmosis o bien la brutalidad. Occidente se ve envuelto en una sorda lucha interna, ideológica y dialéctica, en la que salen a relucir los más profundos sentimientos. Así Su Santidad el Papa, dijo: "La lucha de la comunidad internacional contra el hambre y el compromiso por acabar con las secuelas de la deuda externa de los países más pobres no debe claudicar tras los atentados del 11 de septiembre. El desarrollo es el nuevo nombre de la Paz" (6). Frente a este sentimiento, el Wall Street Journal, portavoz del ala más radical del Partido Republicano norteamericano, actualmente en la cúpula del poder en los Estados Unidos de América, manifestó: "Sabiendo que una vida norteamericana vale aproximadamente 500.000 US$, y que el PIB de la India no representa más del 1,7% del de los Estados Unidos, se puede estimar que una vida india sólo vale 8.000 US$. (7) Existe una creciente diferencia de nivel y calidad de vida entre el Norte rico y desarrollado y el Sur pobre pero cuando a estas vidas se les puede dar un valor material y se las puede comparar unas con otras, se resquebrajan desde sus cimientos los principios del Derecho Natural, banalizamos la naturaleza humana, cayendo en el mismo error materialista en que cayeron hace 60 años los nacionalsocialistas en la Alemania del III Reich y los comunistas soviéticos, y algunos seguidores de ambos que aún hoy merodean por Occidente. ¿Es este también el camino por el que vamos las sociedades "democráticas"? Occidente está envejeciendo poco a poco de tal forma que necesita mano de obra no especializada para poder mantener el tejido productivo y para poder seguir haciendo viable el llamado Estado del Bienestar, basado en las pensiones y subsidios que la población inactiva recibe, vía impuestos, de la población activa. Las diferentes tasas de fertilidad que se dan entre los países del Norte y el Sur hace que el fenómeno de la inmigración ayude a la solución de los problemas de los países ricos.
Elaboración propia. IDH 2001. Si se observan en el cuadro las proyecciones de proporción de población menor de 15 años para el año 2015, podemos deducir que el problema no ha hecho más que comenzar. El caso de España, que tuvo su año de menor natalidad porcentual del siglo XX en 1996, hace pensar que cuando los niños nacidos ese año alcancen la mayoría de edad y se incorporen al mercado laboral, será cuando más inmigrantes necesitemos, eso será en el 2014, hasta entonces debemos seguir recibiendo inmigrantes. Viendo los crecimientos de población en los países pobres, podemos decir que los candidatos no van a faltar, es más, seguramente van a sobrar. Por tanto, hasta 2014 no va a ser un factor desestabilizador desde el punto de vista económico, sino más bien un factor de trasvase de riqueza de indudables resultados igualitarios, al menos sobre el papel. Por ello las soluciones como las que se han propuesto hasta ahora en los países occidentales que afrontan el problema a corto plazo, con la miopía que dan los horizontes electorales, no sirven. Tan sólo una acción decidida por el desarrollo, el nuevo nombre de la Paz según Juan Pablo II, dará la solución. Hasta el 2014 hay tiempo suficiente, pero no conviene demorarse. Está claro que la mejor solución para atajar el problema de la falta de mano de obra sería el aumento de la natalidad. La falta de políticas natalistas, el crecimiento de ese genocidio oculto legalizado que es el aborto y la falta de conciencia del problema existente en nuestras sociedades, hacen que esta solución se plantee, si es que se plantea, a largo plazo, en una continua demora. España ocupa el puesto de cola en estos aspectos batiendo año tras año el triste récord de la natalidad negativa. Por ello la inmigración es una medida paliativa a medio plazo, pero no es, desde luego, la mejor solución, es simplemente la única que podemos aplicar ahora. Definido el problema, y vista la necesidad de personas que atiendan al tejido productivo de nuestros países, que aren nuestros campos y trabajen en nuestras fábricas, se plantean otros problemas añadidos, colaterales. Este proceso osmótico, como lo definimos anteriormente, se produce mediante el trasiego de personas que proceden, casi siempre, de otros países con grandes diferencias culturales y religiosas. ¿Es esto un riesgo?, ¿puede producir desequilibrios en el modo de vida occidental?, ¿es el origen del aumento de la delincuencia que sufre en particular España?. Efectivamente los efectos perniciosos que acompañan a los muy necesarios de la inmigración son un riesgo para la estabilidad y seguridad de Occidente. Estos problemas son de diversos tipos. Por un lado tenemos los riesgos derivados de los posibles sentimientos xenófobos o racistas de los españoles, sentimientos estos de poca raigambre en el pueblo español mucho más propenso a procurar el mestizaje y la mezcla, buscando la suma de pueblos para España antes que la resta. Los sentimientos antiinmigración pueden ser el reflejo de varios problemas subyacentes:
Los lamentables acontecimientos de El Ejido (Almería) en 1999, han sido los más llamativos en España, pero no los únicos. En Francia, Alemania y otros países occidentales han sufrido episodios mucho peores. En el caso de El Ejido, una suma de incultura y percepción de inseguridad junto con cierta dirección interesada del empresariado del poniente almeriense fueron suficientes para abochornar a toda una nación tradicionalmente integradora y no racista como España, que hizo su Imperio sumando, nunca restando. Otro de los posibles riesgos es el derivado de las diferencias de cultura, costumbres o religión. Este problema tiene un componente religioso y por tanto mucho más profundo que los otros descritos anteriormente que resultan más instrumentales. La convivencia con quien no se quiere integrar, con quien impone a cualquier precio sus costumbres a la mayoría aunque estas sean contrarias a la regla y el sentido común, es no difícil sino imposible. De esta forma el respeto a las creencias de los inmigrantes, sobre todo musulmanes debe ser correspondida de la misma forma por ellos. La educación en los valores de Occidente, de convivencia y respeto debe ser una condición previa. El partir de ideas preconcebidas sobre el Islam no ayuda, por ello es prioritario la implicación de las autoridades en la integración respetuosa. El multiculturalismo, generalmente mal entendido y aplicado, queda muy bien como eslogan pero es contraproducente e injusto para ambos lados. El aumento de la delincuencia en España íntimamente ligada a la inmigración debe ser explicada a la población de forma exacta y justa. No todos los inmigrantes, sino una pequeña minoría se dedica a la delincuencia. El permitir que las mafias ya sean del Este de Europa o del Magreb o las pequeñas y silenciosas estructuras delictivas de origen africano y chino, actúen impunemente en ciertos barrios de las ciudades de España incrementa la sensación de inseguridad de los españoles más desfavorecidos que son quienes sufren directamente estas situaciones.
Fuente: Programa Estadístico del Ministerio del Interior. Con un simple vistazo al cuadro de detenciones en España desde 1995 hasta 2000 (8) se puede ver el notable incremento del aumento de detenciones de extranjeros, hecho este íntimamente vinculado a la inmigración. Por todo lo expuesto anteriormente se cree que son imprescindibles las siguientes medidas:
La verdadera solución es a medio o largo plazo y consiste en la acción de ayuda al desarrollo que permita vincular las ayudas a los progresos. Ya que al igual que no se plantea la imposibilidad de la injerencia humanitaria (9) empleando para ello medios militares; para favorecer el desarrollo, ¿no sería igualmente recomendable la "injerencia administrativa" obligando, a aquellos países que lo precisen, a variar los procedimientos de gestión de recursos para hacerlos eficientes y de esa forma colaborar al desarrollo desde dentro?. Según el novelista franco-libanés Amin Maalouf: "cuanto más perciba un inmigrado que se respeta su cultura de origen, más se abrirá a la cultura del país de acogida". El respeto a las culturas de origen debe tener sin embargo un límite: el que marcan los derechos humanos, que constituyen el principio más elevado de nuestro ordenamiento político y jurídico, no hay tradición cultural que pueda invocarse para violaciones de los derechos humanos ni de los paises que generosamente les acogen.. ·- ·-· -··· ·· ·-·· Notas 1) El Diccionario de la RAE, acepta las denominaciones de osmosis y ósmosis, emplearé esta última por ser la más comúnmente empleada, seguramente por esa afición por las esdrújulas que siente todo mortal. 2) Algunos países nominalmente democráticos, con mandatarios elegidos tras comicios libres por sufragio universal y que se declaran defensores de las libertades, no dan las mismas oportunidades a todos sus ciudadanos, el caso del País Vasco en España es sólo el ejemplo más cercano. 3) Ya en 1930 Don José Ortega y Gasset hablaba en su "Rebelión de las Masas" de un proceso muy similar, al que llama "mundialización" y que hoy descubrimos asombrados como algo realmente novedoso. 4) Título de un artículo publicado en la revista Foreing Affairs en 1993 escrito por Samuel P. Hungtinton. 5) "Nuestra sociedad" es la llamada civilización occidental, si es que eso, hoy por hoy es algo tangible, explicable, o al menos explicable utilizando los parámetros tradicionales, Grecia y su razón, Roma y su derecho, Moral cristiana, modernizado todo ello con democracia liberal y economía de mercado. 6) Mensaje de SS. Juan Pablo II a la XXXI conferencia de la FAO. 7) Citado por Dominique Lapierre en su artículo "De Bhopal a Nueva York", publicado por El Mundo el 28 de octubre de 2001. 8) Los datos de 2001, 2002 y los provisionales de 2003, no sólo confirman esta tendencia sino que la incrementan. 9) El caso de Kosovo, con sus luces y sombras inauguró la era de la injerencia para paliar situaciones de penuria o indefensión que se ha dado en llamar "injerencia humanitaria", muy a pesar de Don Fernando Lázaro Carreter. | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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La familia es célula de resistencia contra la opresión porque es un ámbito de autonomía personal y posibilidad de formación y educación sin control del Estado y fuera del "discurso cultural dominante".
Por eso es atacada por los sistemas totalitarios.