Arbil, apostando por los valores de la civilización cristiana

Por la Vida, la Familia, la Educación, la dignificación del Trabajo, la Unidad histórica, territorial y social de la Nación, y por la Regeneración Moral y Material de nuestra Patria y el mundo

 


Indice de contenidos

- Texto completo de la revista en documento word comprimido
- Un retrato íntimo de los "intelectuales" elaborado por Paul Johnson: ideología, cambio cultural y transformación social
- El nacionalismo del "Estado moderno", resultado del contractualimo, principal enemigo del patriotismo
- Deberes de los católicos en política. Un recordatorio vaticano
- Editorial: Sobre la concurrencia o no del "casus belli"
- No a una guerra inmoral aunque economicamente rentable; Comprendo, pero no comparto
- José Cadalso y el "dolorido sentir" por España: Una relectura
- El PNV y la lucha contra el terrorismo: el perro del hortelano
- Virtudes del filósofo
- Nuevo Paradigma vs. cristianismo
- La educación el siglo XXI (II Parte)
- Tintín y Hergé
- Historia del ama de casa
- El "patriotismo constitucional"
- Beato Junípero Serra, fundador de ciudades, creador de California
- Triste Aniversario
- Repensar críticamente la modernidad: Rebeldías
- La M. Ana Alberdi, una contemplativa Concepcionista de "La Latina"
- Iglesia española: entre el CIS y la BBC
- Tertulia de Arbil-Bilbao
- Tertulia de Arbil-Madrid
- Textos clásicos: Ensayo sobre el catolicismo, el liberalismo y el socialismo

Especial sobre el islam

- El islam wahhabita
- Islam y Cristiandad: la guerra de los mil y un años
- Arabia Saudí: ¿Caballo de Troya del fundamentalismo islámico o aliado de Occidente?
- La secta de Mahoma: un mormonismo con éxito
- Europa, Turquía, España
- ¿El islam que viene; nueva configuración social en Europa o reto al orden público?
- Ceuta y Melilla: La defensa de las dos ciudades españolas
- El problema geoestratégico del Islam
- Isla Perejil: ¿incidente aislado o expresión de un conflicto permanente?
- A propósito del Islam en el África subsahariana
- El Islam de Bosnia, una frontera en el interior de Europa
- Mohamed VI, el último rey marroquí
- Las atrocidades ignoradas de Sudán
- Otros artículos relacionados con el mundo mahometano recogidos en Arbil


CARTAS

Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin
Revista Arbil nº 66

Triste Aniversario

por Ignacio San Miguel

La infatigable lucha de los grupos pro-vida en Estados Unidos contrasta con las posiciones pancistas de quienes algo tendrían que decir al respecto

 

R. Cort Kirwood es un columnista americano cuyos trabajos versan sobre temas sociológicos y religiosos preferentemente. Es también director de un periódico, el Daily News-Record, de Harrisonburg, Virginia.

En uno de sus últimos artículos en el noticiero "Agape Press", se refiere al trigésimo aniversario de la sentencia en el juicio Roe v. Wade que sirvió para dar vía libre y legal al aborto en su país.

Entiende que en toda la historia de las decisiones de la Corte Suprema, ésta puede ser la peor por sus horrorosas consecuencias.

Desde 1973, los estadounidenses han abortado unos 4.000 niños por día, es decir, alrededor de 1.460.000 millones por año. El resultado final de estos treinta años ha sido de 43.700.000 seres humanos eliminados.

Kirwood nos recuerda que los pro-aborto alcanzaron este logro gracias a la confección de una escandalosa mentira: la demandante en Roe v. Wade fué violada; y no podía ser obligada a cargar con el hijo bastardo.

Pero "Roe", cuyo verdadero nombre es Norma McCorvey, no fué violada. Así lo admitió hace unos años, reconociendo la mentira. Mas esto no sirvió para enlentecer el ritmo macabro de muertes en masa. Desde sus declaraciones hasta la fecha han sido eliminados otros 10 millones de americanos.

Bernard Nathanson es un doctor actualmente pro-vida, pero en aquellos primeros tiempos fue pionero de la industria abortiva. Calcula que realizó unos 1.000 abortos personalmente. Ahora es un ardiente pro-vida y católico, igual que McCorvey. Pero lo más interesante respecto de este señor son sus declaraciones respecto de la confección de mentiras para conseguir la legalización del aborto. Él y sus colegas inflaron tranquilamente las cifras de abortos clandestinos y la mortalidad causada por las consiguientes malas condiciones sanitarias. 100.000 abortos clandestinos se realizaban anualmente, pero ellos declararon que eran 1.000.000. Simplemente, multiplicaron por diez. En cuanto a las mujeres que morían por esta causa, aseguraron que eran 10.000, cuando en realidad eran 250. Multiplicaron por cuarenta.

De esta forma, el aborto "legal y seguro" se convertía en una "urgente necesidad".

Kirwood se refiere también al aborto en nacimiento parcial (partial birth abortion). Ese método inconcebible consiste en extraer, hacia los siete meses de embarazo, todo el cuerpo del niño menos la cabeza. Después, se horada ésta con unas tijeras y se succiona el cerebro. Lejos de ser raro, como se dice, se realiza con espantosa frecuencia (unos 5.000 al año). Tampoco es cierto que se realice en mujeres enfermas. La inmensa mayoría de las veces, se trata de mujeres sanas, así como los niños también son sanos. Y es falso también que el niño muera sin sufrir debido a la anestesia aplicada a la madre. No es así.

Termina con un curioso comentario. Se refiere a la Guerra de Secesión. Entonces había abolicionistas que decían que las naciones no tienen "otra vida", por lo que Dios castigaba sus culpas enviándoles sufrimientos temporales. La guerra del Norte contra el Sur, afirmaban, era un castigo divino por el pecado de la esclavitud. Kirkwood termina preguntándose qué le puede esperar a una nación que permite la matanza de 43'7 millones de inocentes.

Claro que esta pregunta podría aplicarse a prácticamente todas las naciones de Europa y a otras muchas más. Concretamente en Rusia la proporción de abortos es cuatro veces mayor que la de Estados Unidos. Por cada nacimiento hay dos abortos, que es lo mismo que decir que los dos tercios de embarazos terminan con la eliminación de la vida del niño. Y Rumania se lleva la palma del record mundial con el 75% de los embarazos destinados al aborto. De cuatro mujeres embarazadas, tres abortan.

En España no se ha llegado a esas proporciones, pero tenemos ya doscientos abortos diarios. Cuando lleguemos a quinientos estaremos en el nivel de Estados Unidos.

En este último país surgieron a partir de 1973 numerosos grupos político-religiosos, o simplemente de orientación ética, que han trabajado hasta la fecha, y seguirán trabajando, para la erradicación del aborto legal en su nación, mediante la revocación de la sentencia en Roe v. Wade. Organizaciones como Christian Coalition of America, American Life League, Concerned Woman for America, Focus on the Family, Pro-life Action League, Traditional Values Coalition y muchas más trabajan denodadamente con gran combatividad y similar tenacidad en pos de este objetivo.

La doctrina oficial católica es contraria al aborto (y otras aberraciones como el homosexualismo, clonación de embriones humanos, etc.), pero se da el caso de que en Estados Unidos los católicos tradicionalmente han votado al Partido Demócrata, el partido que está promoviendo en la actualidad todas estas aberraciones. En tiempos, esta predilección por los demócratas tenía su justa explicación en motivos sociológicos y hasta doctrinales. En aquellas fechas, este partido no había asumido para cazar votos todas las reivindicaciones de abortistas, homosexuales, etc. En la actualidad, y dada la cruda realidad de la identificación del Partido Demócrata con tales reivindicaciones, deberían haberse roto los lazos del catolicismo con este partido, precisamente por incompatibilidades con la doctrina católica. No ha sido así, por lo menos mayoritariamente. En las últimas elecciones, todavía el 53% de los católicos votaron a los demócratas. Y en cuanto a la jerarquía, está causando escándalo su inhibición ante el hecho de que congresistas y senadores demócratas que se declaran católicos públicamente, se muestren una y otra vez contrarios a las leyes restrictivas del aborto cuantas veces se proponen; y a favor del homosexualismo, de la clonación, etc. Hay grupos que han pedido a los obispos que excomulguen a estos políticos, puesto que su labor es absolutamente contraria a la doctrina católica. Pero lo obispos callan.

Últimamente, el Vaticano ha publicado una carta pastoral para políticos católicos, exhortándoles a ser coherentes con su fe y volviendo a enfatizar la doctrina de la Iglesia sobre el aborto. Judie Brown, la más relevante activista de American Life League, organización católica, ha estado pidiendo durante años esta acción a las autoridades eclesiásticas. Ahora declara: "Si los obispos católicos no se levantan y manifiestan que no existe ninguna excusa para que cualquier político católico favorezca el aborto, entonces las instrucciones del Vaticano terminarán en la papelera".

Esto ocurre en Estados Unidos. Pero, de nuevo, uno no puede menos de volver los ojos a Europa y a España. Y surgen las preguntas: ¿Cuántos obispos se han levantado y enfrentado al aborto legal (y demás aberraciones) como lo ha hecho el de Roma? ¿Cuántos presbíteros se refieren a estos temas en sus homilías dominicales? Dejo la respuesta al lector de estas líneas.

En ambientes eclesiásticos gusta mucho hablar de los "vientos de la Historia". Según bastantes (yo diría que demasiados) estos vientos son los que mandan y hay que acomodarse a ellos. No sé si recapacitan en que Cristo no fué un buen ejemplo de acomodamiento al discurso dominante, sino precisamente todo lo contrario. Y que la Iglesia, siguiendo su ejemplo, ha sido y ha de ser siempre signo de contradicción. Además ¿hay que esperar a que otros soplen creando el viento, o bien tenemos que soplar también nosotros? Los "vientos de la Historia" los crean las voluntades de los hombres. Sólo los que no tienen ni mensaje ni voluntad se amoldan a lo que decida el resto.

Pero se creen muy inteligentes. Así lo pensaron cuando preconizaron en los años sesenta una coexistencia con el comunismo, al que creían invulnerable (¿o deseaban que lo fuese?). Pero el sistema soviético se derrumbó, acontecimiento en el que tuvo participación el actual Pontífice, por el que no sienten, naturalmente, ninguna simpatía.

También se creyeron muy inteligentes en el Concilio Vaticano II, del que salieron con infinidad de teorías acomodaticias devastadoras para la fe. El resultado fue el vaciado de los seminarios y la desbandada de los fieles.

Todavía no se ha borrado de sus rostros la estupefacción ante el resultado de la aplicación de su "inteligencia" desde los años sesenta. Sin embargo, no escarmientan. Y me temo que el silencio actual ante los gravísimos temas señalados sea una nueva muestra de acomodación a "los vientos de la Historia". Puesto que las sociedades modernas han aceptado el aborto, la homosexualidad, etc., no nos opongamos frontalmente a ellas, parecen pensar. Mejor, guardar un discreto silencio. No sea que tengamos problemas.

Pero es posible, además de deseable, que sus cálculos resulten de nuevo erróneos. Estas organizaciones arriba citadas, con su incansable actividad, están consiguiendo crear un nuevo estado de opinión en Estados Unidos. Hace unos seis años, quizás menos, la tendencia antiabortista era minoritaria en la opinión pública. Pero encuestas recientes apuntan ya en otra dirección, y tienen el valor añadido de no haber sido efectuadas por grupos simpatizante de la corriente pro-vida. Concretamente una pertenece a Usa/Today/CNN/Gallup. En ella se muestra que el 88% está a favor de una ley que obligue a los doctores a informar a las mujeres que desean abortar de las alternativas que tienen, aparte del aborto, antes de realizar la intervención. El 78% está de acuerdo con que se dicte una ley que obligue a las mujeres que van a abortar a esperar 24 horas antes de seguir adelante. El 73% piensan que las chicas por debajo de los 18 años deberían ser obligadas a obtener el consentimiento de los padres antes de tener un aborto. El 72% dice que una mujer debería ser obligada también a informar a su marido antes de tener un aborto. Y en una cuestión clave, el aborto en nacimiento parcial (partial birth abortion), el 70% dice que el horrible procedimiento debería ser erradicado, con la única excepción de cuando la vida de la madre corra verdadero peligro.

Estos resultados eran impensables hace apenas unos años.

Existe también otra encuesta del Wirthlin Worldwide, que hace decir a Janet Folger, fundadora y directora de Faith 2 Action, otro grupo pro-vida, que el país parece que "ha doblado la esquina". Declara: "Siete de cada diez americanos dicen: Sí, deseamos restaurar la protección legal para los niños que todavía no han nacido." También asegura que la mayoría de los americanos desean que se nombren jueces pro-vida para los tribunales. "Dos tercios de norteamericanos (66%) dicen: Sí, deseamos jueces en la Corte Suprema que confirmen leyes que restauren la protección a los niños no nacidos". Folger dice que el país se ha convertido en una nación que desea terminar con el aborto. "Tenemos al pueblo americano con nosotros".

Si estos buenos deseos se convierten en realidad, si Estados Unidos ilegaliza de nuevo el aborto, la repercusión mundial será enorme. Esta vez en sentido positivo. Anteriormente, también fué grande la influencia de la introducción del aborto con la sentencia de Roe v. Wade, pero en sentido desmoralizador, destructor de los valladares éticos y legales de las sociedades de Occidente.

Sería, quizás, el inicio de una nueva época, conforme a lo que Paul Johnson anunció a raíz del atentado del 11 de Septiembre. El comienzo de una regeneración moral, pues a la degeneración del aborto legal van unidas otras degeneraciones morales que han sido legalizadas; y la reversión de la legalidad del aborto podría extenderse a esas otras aberraciones.

Si bien se trata de un triste aniversario, existen, pues, motivos para la esperanza. En su mayor parte por la combatividad de esos grupos pro-vida que no cejan ni cejarán en su empeño. Ellos son los que han luchado y a ellos habrá que atribuir la victoria si esta se produce. No habrá que atribuirla a los que sestean y de vez en cuando se asoman a la ventana para comprobar la dirección de "los vientos de la Historia".

·- ·-· -··· ·· ·-·
Ignacio San Miguel..

 


Revista Arbil nº 66

La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina

"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL

La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen.

Foro Arbil
Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042924
Apdo.de Correos 990
50080 Zaragoza (España)