El texto de la Carta de la Tierra, que quiere ser el Credo y los Diez Mandamientos del Nuevo Orden Mundial, es el siguiente: La Tierra es nuestro hogar y el hogar de todos los seres vivos. La Tierra misma está viva. Somos partes de un universo en evolución. Somos miembros de una comunidad de vida interdependiente con una magnificente diversidad de formas de vida y culturas. Nos sentimos humildes ante la belleza de la Tierra y compartimos una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser. Agradecemos por la herencia que hemos recibido de las generaciones pasadas y abrazamos nuestras responsabilidades para con las generaciones presentes y futuras. La comunidad terrestre se encuentra en un momento decisivo. La biosfera está gobernada por leyes que ignoramos a nuestro propio riesgo. Los seres humanos han adquirido la habilidad de alterar radicalmente el medio ambiente y los procesos evolutivos. La falta de visión y prudencia en nuestro accionar y la mala utilización del conocimiento y del poder amenazan el tejido de la vida y los fundamentos de la seguridad local y global. Mucha violencia, pobreza y sufrimiento encontramos en nuestro mundo. Un cambio fundamental es, naturalmente, necesario. La alternativa está frente a nosotros: cuidar de la Tierra o ser partícipes de la destrucción tanto nuestra como de la diversidad de la vida. Debemos reinventar una civilización industrial y tecnológica hallando nuevos caminos para equilibrar al individuo y a la comunidad, al tener y al ser, a la diversidad y a la unidad, al corto y al largo plazo, al uso y al cuidado. Inmersos en nuestra gran diversidad, somos una humanidad y una familia terrena con un destino compartido. Los desafíos requieren una visión ética inclusiva. Nuevas asociaciones deben ser forjadas y la cooperación a nivel local, bioregional, nacional e internacional debe promoverse Solidarios unos con los otros y respecto de comunidad de la vida nosotros los pueblos del mundo, nos comprometemos para la acción guiados por los siguientes principios entre si relacionados: 1- Respetar la Tierra y la vida. La Tierra, cada forma de vida y los seres humanos son poseedores de valor intrínseco y gozan de respeto independientemente del valor utilitario que merezcan para la humanidad. 2- Cuidar de la Tierra, protegiendo y restaurando la diversidad, integridad y belleza de los ecosistemas del planeta. Donde exista el riesgo de serios o irreversibles daños al ambiente, deben tomarse medidas preventivas a fin de evitar el daño. 3- Vivir sosteniblemente, promoviendo y adoptando modos de consumo, producción y reproducción que respeten y salvaguarden los derechos humanos y las capacidades regenerativas de la Tierra. 4- Establecer la justicia, y defender sin discriminación el derecho de todas las personas a la vida, la libertad y la seguridad, en un ambiente adecuado para la salud humana y el bienestar espiritual. Los seres humanos gozan del derecho a contar con agua potable, aire puro, suelo libre de contaminaciones, y seguridad alimenticia. 5- Compartir equitativamente los beneficios de la utilización de los recursos naturales y la protección ambiental entre las naciones, entre ricos y pobres, hombres y mujeres, y generaciones presentes y futuras, e internacionalizar todos los costos ambientales, sociales y económicos. 6- Promover el desarrollo social y los sistemas financieros aptos para crear y mantener medios sostenibles de subsistencia, erradicar la pobreza y fortalecer las comunidades locales. 7- Practicar la no violencia, reconociendo que la paz es la integridad creada por relaciones armoniosas y equilibradas para con uno mismo, con el prójimo, con otras formas de vida y con la Tierra. 8- Fortalecer los procesos que otorgan poder a las personas para que participen efectivamente en la toma de decisiones y aseguren la transparencia y una actitud responsable en el gobierno y administración de todos los sectores de la sociedad. 9- Reafirmar que los pueblos indígenas y tribales tienen un papel vital en el cuidado y protección de la Madre Tierra. Ellos gozan del derecho a salvaguardar su espiritualidad, conocimientos, tierras, territorios y recursos. 10- Afirmar que la igualdad entre los géneros es un requisito previo para el desarrollo sostenible. 11- Asegurar el derecho a la salud sexual y de reproducción, con especial referencia a las mujeres y a las niñas. 12- Promover la participación de la juventud como agente responsable del cambio hacia la sostenibilidad local, bioregional y global. 13- Realizar avances y colocar en práctica el conocimiento tanto científico como proveniente de otras fuentes, las tecnologías que promueven la existencia sostenible y protegen el medio ambiente. 14- Asegurar a todas las personas el goce de oportunidades durante toda su existencia para adquirir los conocimientos, valores, y habilidades prácticas necesarias para edificar comunidades sostenibles. 15- Dispensar a todas las criaturas un tratamiento compasivo y protegerlas de la crueldad y del aniquilamiento arbitrario. 16- No infligir al medio ambiente de otros lo que no deseamos ver infligido al nuestro. 17- Proteger y restaurar lugares de destacada significación ecológica, cultural, estética, espiritual y científica. 18- Cultivar y conducirse con responsabilidad compartida respecto del bienestar de la Comunidad de la Tierra. Toda persona, institución y gobierno es responsable por la concreción de los objetivos de justicia indivisible para todos, la sostenibilidad, la paz mundial, y el respeto y cuidado por toda la comunidad de la vida. Abrazando los valores de esta Carta, podemos crecer en una familia de culturas que permita desarrollar todas las potencialidades del ser humano en armonía con la Comunidad de la Tierra. Debemos preservar una fe inquebrantable en las posibilidades del espíritu humano y un profundo sentido de pertenencia al Universo. Nuestras mejores acciones incorporarán la integración del saber con la compasión. A fin de desarrollar e implementar los principios de esta Carta, las naciones del mundo deberán adoptar como paso inicial una convención internacional que brinde un marco legal integrado para las legislaciones y políticas actuales y futuras en materia de medio ambiente y desarrollo sostenible. Al texto le hacemos algunas consideraciones sobre su significado y consecuencias reales En Internet a través de Google, se encuentran unas 3000 referencias. Leo unas cuantas en español y hallo pocas diferencias básicas. Algunas desmenuzan más que otras cada uno de los puntos anteriores. Para profundizar algo más en este escrito vean también: Mundialismo y globalización de Arturo Fontangordo Tras una primera lectura surgen de inmediato una serie de consideraciones y preguntas: Para empezar, reconozcamos que lo que se pretende está
tan bien dicho, es tan sugerente, que se escucha con agrado y aplauso! Sin embargo, poco más o menos, la mayoría sus puntos están asumidas por todo el mundo desde hace siglos. Parecen Evangelios un tanto descafeinados. De repente, llegan media docena de señores con espíritu mesiánico y las descubren. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Sin embargo, en cada lugar, lo que hay que hacer lo sabe hasta el más tonto del pueblo: Cobrar más y trabajar menos. Amar al prójimo como a sí mismo y poco más ¿Qué partido presenta un programa que no sea Jauja? Lo difícil no es saber lo que hay que hacer, sino hacerlo, caso de que sea posible. En mis tiempos de político, cuando oía prédicas análogas de cualquier salvador de la Patria, siempre me preguntaba: ¿Qué querrá este fulano?, ¿Que se irá a llevar? ¿Cuánto nos va a costar? Y eran señores muy sesudos. ¡Y se lo llevaban! Los juegos que hacen algunos con la utilización engañosa de las palabras paz, concordia, igualdad, libertad, fraternidad, solidaridad, justicia; bienestar social para todos y pagando otros,
, además de servir para justificar todo, no tienen más que un defectillo: Las tienen que traducir y realizar los hombres de este mundo, hombres hechos de barro con muchos defectos y pocas virtudes, no ángeles del cielo. ¿Se acuerdan del ¡No a la guerra!? Pues, a esta carta no le falta más que un eslogan, una pancarta y dos o tres mamporreros para hacer entrar en buen camino a los disidentes. Todo llegará. Si esta carta se presenta a la firma de cualquier persona u organización, lo más probable, es que se firme sin pestañear. Las dudas surgen no por lo escrito, sino por lo que se oculta. Entre otras, los redactores de la Carta parecen desconocer la condición humana; dan por supuesto la posibilidad de eliminar la corrupción en todas las instituciones públicas y privadas; advierten que el proceso requerirá un cambio de mentalidad y de corazón. Claro, que esto ya lo intentaron Stalin, Hitler y unos cuantos más. El mismo Cristo enseñó muchos de estos puntos, solo que cimentados en el al amor a Dios y al prójimo. Notamos que a Dios se le ha expulsado de la Carta. ¿Se pretende expulsarle también de la Tierra?. Pero, Si Dios no existe, las religiones tampoco; sus morales y costumbres no tendrán sentido. Recordemos que el judaísmo el cristianismo y el mahometanismo tiene el mismo Dios: El Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob . Todos los millones de personas que creen en Dios y toda la civilización judeo-cristiana serían barridos. Jesucristo y su Iglesia desaparecerían de la Tierra, que serán sustituidos por otros dioses,otra Iglesia y otros dogmas y ritos. Naturalmente, los nuevos dioses serán los sabios y poderosos señores que inventaron esta mandanga divina; como lo fueron los Césares. Los fariseos y publicanos de la nueva Iglesia serían, obviamente, los formados por los familiares, amigos y socios de aquellos poderosos, a quienes el mundo mundial, o un nuevo Espíritu Santo dotará de una sabiduría y talento, que dejará atónitos y estupefactos al resto de la humanidad. Los diez mandamientos y la Biblia serán abolidos. Todavía no sabemos cual será la nueva Biblia, ni quien el Sumo Pontífice El bien y el mal lo decidirán unos cuantos señores democráticamente (?) de acuerdo con su visión particular. Si al día siguiente cambian de opinión, lo bueno pasará a malo y lo malo a bueno. En contraposición, las leyes de Cristo son eternas, impuestas no por hombres sino por Dios. El cielo y la tierra pasarán pero mis palabras no pasarán A esta altura de nuestro discurso nos queda la duda de si llamamos a los psiquiatras, ya mismo, o esperamos un poco más. Otros menos iluminados como Hitler, Stalin, Mao-Tse-Tung y una docena más de visionarios, no los paramos a tiempo, y consiguieron arrastrar a medio mundo tras sus utopías. Durante el siglo pasado, intentaron eliminar a Dios, intentaron crear un hombre nuevo, engañaron a la plebe prometiéndoles el paraíso en la Tierra, y se encontraron con un infierno con el que no habían contado. Resultado: solo el marxismo- comunismo causó más de cien millones de víctimas entre sus propios miembros: fusilamientos, hambres, gulags,
sin contar las dos grandes guerras mundiales, y sin contar las víctimas del fascismo. En sus programas habían prescindido de Dios, y habían ignorado la condición humana e imperfecta de los hombres. La caída del muro de Berlín no dejó a la vista más que ruina, desolación y miseria por todas partes. Y sus programas, en teoría, parecían tan buenos como los mejores. Los instigadores de este panfleto ¿Quiénes y cuántos son? ¿Quién los han elegido y en nombre de que pueblos? ¿Los que quieren mejorar el mundo, por supuesto, mandando ellos, lo van a hacer mejor? ¿Quién nos lo garantiza? De momento apenas se saben quienes son, y si los que aparecen son o no hombres de paja. Tampoco conocemos su doctrina oficialmente, ni como se van a elegir los nuevos gobernantes. La existencia entre ellos de La Nueva Era o New Age y del Nuevo Orden Mundial nos hace ser muy pesimistas sobre si son o no lobos disfrazados con piel de cordero Disponen de mucho dinero y dominan buena parte de los medios de información: T.V., Radio, prensa, radio que tienen impuesta una censura muy efectiva sobre estos temas. Internet es uno de los pocos medios sin contaminar aún. Siempre han sido los poderosos, los ricos, los soberbios y los muy sabios, los que han producido los cismas religiosos y sociales. Siempre han sido los santos y la Iglesia- a pesar de los pesares-, quienes han traído la paz y la esperanza a los hombres. Cristo los conocía: Será más difícil que un rico entre en el Reino de los cielos, que un camello pase por el hondón de una aguja Es difícil creer que este movimiento sea labor de un hombre sólo, ni de asociaciones secretas o partidos políticos. Los hombres somos demasiado tontitos y mezquinos para promover estos giros en la historia. Ya sabemos que Dios no existe para muchos ni tampoco el diablo. Sin embargo, tiene más lógica admitir a un Dios que crea al mundo, que no creer a los científicos que aseguran que: al principio existió un puntito vacío en el espacio, cargado de una inmensa energía. En un momento dado hizo ¡ Puuuum! Y por arte de birlibirloque empezaron a aparecer la tierra, los astros y todos los seres. En cuanto al diablo, se dice con frecuencia queganó una gran batalla: la de hacer creer a la gente que no existe. Así puede actuar más libremente; pero y ¿si fuese verdad, como muchos creemos, la existencia de Dios y del diablo, lo del Paraíso terrenal, lo de Caín y Abel, lo de los ángeles buenos y malos? La Biblia es conocida y está vigente desde hace tres mil años. Ahora, unos cuantos hombres, ensoberbecidos con su poder, han determinado quitar a Dios de su trono y ponerse ellos. Como siempre, como sucede cada siglo, será tiempo perdido. Al final, a los sin Dios debería parecerles más razonable admitir que la Biblia contiene la verdad, aunque sea la verdad revelada Entonces, encajarían mejor muchos sucesos actuales con lo que expone la Biblia, especialmente con el Apocalipsis y los escritos de San Pablo. Los profetas actuales están encontrando muchas coincidencias sobre el final de los tiempos. Otros, hallarían explicación más convincente a que fuese el diablo, quien estuviese manejando los hilos, y que todos estos sabios recién nacidos, no fuesen más que marionetas en sus manos. Por los hechos los conoceréis. ·- ·-· -··· ·· ·-· Alejo Fernández Pérez |