Arbil, apostando por los valores de la civilización cristiana

Por la Vida, la Familia, la Educación, la dignificación del Trabajo, la Unidad histórica, territorial y social de la Nación, y por la Regeneración Moral y Material de nuestra Patria y el mundo

 


Indice de contenidos

- Texto completo de la revista en documento comprimido
- Tolerancia e indiferencia
- El Domingo, "Dies Hominis"
- Entrevistamos a Josep Miró i Ardèvol: una mirada al catolicismo social español desde Cataluña
- Editorial
- El PP gestiona, el PSOE critica, y ambos "socialdemocratizan"
- Reforma constitucional ya
- La revisión estratégica de la defensa (II)
- Persecuciones religiosas, ayer y hoy
- Banca y usura en el Islam
- Provincia, si; Colonia, no
- Toma precauciones
- Transcendencia y responsabilidad del estalinismo
- La vanguardia del "sexo de retaguardia"
- Los origenes de la transicion politica española: El papel del Rey
- Compromiso político y respeto de la vida
- Pintura religiosa de Dalí
- Los “hermanos de la costa”. La piratería como preanarquismo, utopismo y revolución
- Hombre y mujer: dos modos de trabajar
- Análisis del nacionalismo vasco
- La identidad cristiana de Europa: Como reavivar las raíces cristianas de nuestro continente
- Comentarios a la obra de W. G. Sebald, “Sobre la historia natural de la destrucción.”
- P. Fray Fernando de Zeballos, la Razón frente al racionalismo
- Historia de una ambición
- Sociología de la familia y de la sexualidad
- Los hermanos pequeños de la prensa católica: El Ya y la prensa católica de provincias
- Intransigencia de unos y complejos de los otros
- Estados de Europa
- ¿Matrimonio entre homosexuales?
- Los nuevos pobres
- Los siete Juanes y Dios
- Los movimientos laicales hoy
- Carta de la Tierra
- Aportaciones del humanismo cristiano al mundo de la empresa
- Recuerdo de Arbil a sus colaboradores fallecidos
- Tertulias de Arbil Galicia sobre la identidad cristiana de Europa
- Texto clásico: España, una conciencia historica para la esperanza


CARTAS

Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin
Revista Arbil nº 77

Los siete Juanes y Dios

por Aldo H Delorenzi Conte-Grand

La idea no es nueva y el autor se inspiró en el Papa Albino Lucciani que desarrolla el tema en el hermso libro Ilustrissimos Señores. El mismo criterio está orientado a los Juanes argentinos que bien pueden ser hispanoamericanos, pues el tema es universal.

Hola Juán, te queremos hablar de lo que eres.

Cuándo en momentos de zozobra nos hacemos la pregunta ¿Quién soy?

Y aparece la respuesta conocida: En realidad eres siete Juanes en uno solo .

El primer Juan eres lo que piensas de ti mismo, el segundo lo que dicen los demás de ti, el tercero lo que tu esposa piensa de ti, el cuarto lo que tus hijos piensan de ti, el quinto lo que Dios espera de ti, el sexto lo que el Estado quiere o desea de ti y por último lo que eres realmente.

Iremos avanzando por pasos para dilucidar este enigma.

El primer Juan : lo que piensas de ti mismo. En realidad casi todos los humanos necesitamos vernos un poco mejor de lo que realmente somos, si la diferencia es poca no entramos en la arrogancia o soberbia insultante para los demás, pero, en momentos de crisis y desánimo generalizado es muy probable que se nos pegue la devaluación generalizada que sufrimos y nos creamos realmente que tenemos menos virtudes o valores.

Ahora bien, ¿como te evalúas en tu intimidad para formarte una opinión real de lo que eres o vales?. Si tuviste la suerte que tu educación te llevó a ver el mundo tal como es, e intentas escapar de la visión cínica, que - al decir de Oscar Wilde “El cínico es el que conoce el precio de todas las cosas y el valor de ninguna” - estás bien, pero si te engañaron con la “Visión Country” de que eres por lo que tienes, querido lector estás en un problema de identidad, porque la diferencia entre los distintos Juanes comienza a ser muy grande.

Son conocidos los casos de los estragos que causa la “visión country” “o visión Hollywood ” que, por la forma y para cuidar al segundo Juan (que piensan los demás de ti) se cometen verdaderas patrañas y ridiculeces que al final destruyen no solo al segundo Juan sino a los siete.

Una palabra bastante poco usada es autenticidad. Cuando decimos una persona es autentica estamos diciendo que entre el Juan primero (lo que piensas de ti mismo) y el segundo (lo que piensan los demás) no hay diferencias ridículas y al menos esa persona “cae bien”. Lo contrario autoriza a la maledicencia, el juicio cáustico y feroz con ese Juan que no se animó a sincerarse y al menos juntar las dos visiones con cierta honestidad y decencia.

Esta tarea es fácil de decir y complicada de realizar porque en un mundo donde en marketing llegó a todos los aspectos de la vida, mucho de lo que percibimos diariamente está recubierto con una pátina de irrealidad o de mentira para mejorar lo que siempre puede ser mejorado para, o venderlo o presentarlo ante los ojos de los demás como mejor.

Para finalizar un defecto argentino muy actual. Existe una diferencia sustantiva entre la manera de realizar negocios entre los americanos y nosotros los argentinos inventores de la “gauchada”. Ellos primero, para hacer un negocio son duros, combativos e implacables. Si se realiza el negocio y todo anda bien, recién allí incursionan en la amistad con el contendiente. Nosotros los argentinos somos lo contrario, mimosos, querendones, primero pretendemos ser amigos y desde esa placentera y muchas veces falluta posición, hacemos negocios. Así nos va, porque cuando el cínico mundo competitivo se instala entre los negociantes, las mas de las veces invocando la “amistad” engañamos o pretendemos sacar ventaja colocándola por delante. Así tenemos la sociedad estragada de cinismo e hipocresía.

Recuerdo un cuento de un carnicero muy conocido de Bragado - al menos el mito así lo afirma - que tenía una frase que nos pinta de parabienes, ¿Qué te voy a cobrar por ser amigo? Y se contestaba “ Catorce pesos mas tres, bueno dame diez y nueve ……..”-

El segundo Juan : lo que piensan los demás

Querido Juan, ¿Qué dicen los demás de ti? ¿Sientes que son justos cuando te caratulan, cuando te denostan o por el contrario te admiran? Es todo un tema de no fácil solución pero, como en todas las cosas, el primer gran ladrillo que debes poner en tu fortaleza espiritual es la humildad. Juan XXIII ( El Papa bueno) decía siempre “ “Escucha la verdad aun en los labios de tu propio enemigo” y de eso se trata, debes crecer interiormente a pesar de la admiración o la crítica de los “demás ”.

“Pueblo chico, infierno grande” reza el saber popular definiendo el sabroso y milenario arte de especializarnos en ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. Normalmente los cínicos y malintencionados son los que mas certeramente ven las miserias ajenas, como así los envidiosos y mediocres verán en ti las virtudes, por supuesto para negarlas o envidiarlas.

Pero ¿como convives con esos dos extremos y realmente creces y te mejoras sin caer en la arrogancia del “que me importa el que dirán”?

Va un ejemplo que arroja luz a todo este galimatías.

Una vieja historia cuenta que a un rey muy poderoso le obsesionaba la idea de descubrir quien era mas fuerte que el, no en el poder exterior, sino en el poder que emanan los hombres seguros de si mismos.

Convocó a su reino a los mejores caballeros y nobles prometiéndoles regalos si le contaban como se habían hecho poderosos. Muchos acudieron al convite y cada cual le relataba sus virtudes hasta el hartazgo, le decía los logros y que quería hacer de su vida. Lucían impecables, ganadores, seguros y hasta arrogantes.

La tarea no le resultaba tan sencilla porque al final todos se parecían en el ansia para ganar el premio.

En medio de esa larga lista de personas apareció un anciano de aspecto venerable, cuya presencia contrastaba con los demás por lo austero de su vestimenta.Cuando le dieron la palabra, hecha la presentación formal comenzó a relatar sus errores desde su juventud, de los pequeños cometidos hasta algunos que hacían enmudecer a la gente que rodeaba al rey. Sorprendido éste le pregunto ¿Porqué me hablas tanto de los errores? ¿No tienes logros como todos los que pasaron delante de ti.? ¿No temes perder el premio porque no te muestras ganador ante mí?

El anciano contestó de esta manera: “te cuento mis errores pasados querido rey pues cada vez que te enteras de algo malo que cometí te estoy hablando de mi fortaleza, porque el solo hecho de asumirlos, entender el porque los hice me obliga a corregirme y esa es mi mayor virtud. ¡Antes que mi enemigo se de cuenta de mis debilidades me adelanto y me corrijo haciéndome mas sabio cada día. Eso sí, desde pequeño me enseñaron desde el cristianismo a escuchar la verdad aun  de los labios de mis propios enemigos, así de simple.!”

Como por arte de magia el rey se dio cuenta de donde le venía ese malestar que sentía cuando sus consejeros lo adulaban, cuando escuchaba esa voz interior que lo acusaba del poco rigor para juzgarse a si mismo.

¡Ánimo Juan, esto recién empieza, y ya hablaremos del tercer Juan ¿Qué piensa tu esposa o novia de ti? o ¿Qué piensa tu novio o esposo de ti?

El tercer Juan : lo que tu esposa o esposo piensa de ti

Cuando uno ama tampoco puede escaparse de los Juanes, pero en este caso es mas complejo y profundo. Hablando a un Juan hombre caben algunas consideraciones.

Tu   esposa ¿de que Juan se enamoró?, ¿del que dice que es, del que estaba lleno de sueños, del Juan que, por cumplir esos sueños le realizaba los de ella?

O se enamoró del que realmente eres, con defectos y virtudes, con dudas y miserias, con sueños y frustraciones. Es viejo el axioma : ¡cuidado si se enamoran de un modelo, o del objeto y no del sujeto (Juan) ¡ Pues si ese modelo de vida no se realiza aparecen los reproches!

¿Que es enamorarse de un modelo? Un futuro placentero y buscado que, normalmente la vida casi siempre tuerce o cambia las mas de las veces para deteriorarlo. Miles de parejas se disuelven porque aparecen los reproches tipo reclamo de cliente de supermercado ¡Yo no me casé para esto! ¡Yo tenía otras expectativas! ¡Si hubiera sabido esto (por el fracaso) no me casaba! ¡Yo estaba para más y no lo puedo lograr porque tu me lo impides!.

Están cargadas las tintas dado el momento que se vive donde la frustración y perdida de poder adquisitivo de la clase media argentina desnuda cruelmente y sin tapujos los sentimientos mas sublimes y también mas egoístas de los Juanes que cuando se enamoraron no sabían diferenciar las distintas visiones del problema.

Aquí volvemos a lo que decíamos de lo que uno piensa de si mismo cuando se enamora. Siempre y así debe ser, imagina un futuro esperanzador y luminoso, pero a veces, por ese síndrome argentino de creernos mas de los que realmente somos, alimentamos nuestro ego con un destino manifiesto que, con el correr de los años no se cumple y es fuente segura de frustración y desencanto. El contigo pan y cebolla, es cierto y durísimo cuando la pareja se pone a prueba con pan solamente. Esa “bendición de la adversidad” es la que templa los amores sólidos donde los Juanes de ambos en la pareja son armónicos y consistentes.

Si la esposa de Juan lo ama y alimenta su autoestima, con la sola arenga ¡Creo en ti, tu puedes!, seguro que nuestro querido amigo se volverá mucho mas poderoso y fuerte, sencillo cumplirá naturalmente ese viejo dicho de la Biblia: “El hombre preservará la fortaleza y la mujer la ternura”.

Es increíble lo poderoso que puede volverse una hombre cuando está apuntalado por la ternura de su novia o esposa. Y - contrario sensu - lo débil y timorato que se siente un esposo al que en algún momento de reproches le sueltan en la intimidad ¡Eres un perdedor!......

Es obviamente cierto y sabio ese refrán : detrás de cada gran hombre hay una gran mujer, y así debe ser porque la mas poderosa mujer puede llevar al cielo o al infierno al pretencioso pero débil hombre que siempre se cree mas fuerte de lo que realmente es.

Cuando Dios dijo en el Génesis que “No es bueno que el hombre esté solo”, precisamente estaba diciendo: solo, es débil y falible, solamente será entero cuando la ternura femenina lo ayude.

El cuarto Juan : lo que tus hijos piensan de ti

Este cuarto Juan primero necesita que nos alejemos un poco y caratulemos al hombre o mujer de este siglo XXI con algunas definiciones sobre si te sientes o eres un hombre del modernismo o del postmodernismo. Son importantes pues definen muy bien las particularidades y modos de proceder de esta época.

Enrique Rojas en su libro El Hombre Light dice del hombre actual o postmoderno:

 "Es el hombre triunfador, que aspira al poder, a la fama por encima de todo, a cualquier precio. Este héroe vive instalado en la atalaya del cinismo, su moral –si es que se la puede llamar así- es la del pragmático: frío, sarcástico, desvergonzado"

 La desilusión y el desencanto son los padres del postmodernismo actual. Mientras que el modernismo era científico, complejo y profundo, hoy el postmodernismo se presenta como una alternativa Light, para un hombre igualmente Light, en donde predomina la filosofía de lo práctico, de lo cómico, de lo sentimental, de lo energético, de lo placentero, de lo artificial y lo virtual sobre lo filosófico, intelectual y reglamentado, en donde la técnico y lo tecnológico son a la vez medio y fin, herramienta y código, ética y acción. La ética de lo práctico y funcional predomina sobre la teología moral de las generaciones cristianas del pasado

Este punto es importante Juan, pues la vida te ha permitido tener hijos, ese divino acto donde Dios te da en comodato un alma, para que, con tu esposa le aportes el cuerpo y lo acompañes por la vida a crecer y realizarse. Y como padre eres importantísimo, tanto que hasta figuras en los Diez Mandamientos, con el mandato que nos cabe a todos “Honrarás Padre y Madre” y siempre la enseñanza de tal proceder viene de los padres a los hijos. Puedes engañarte y confundirte con los otros Juanes pero nada hay mas impiadoso que el duro y justo juicio de un hijo hacia un acto inmoral de su padre.

Recuerda, en estos tiempos de relativismo y cierto aflojamiento de la autoridad paterna fruto del psicologismo y demás mentiras modernistas el viejo y sabio refrán : “Hazte Amigo de tu hijo, cuando el se convierte en padre”. Y mientras crecen aplica otro viejo dicho italiano “Padres laboriosos, hijos perezosos” y con fe y firmeza edúcalo sabiendo y entendiendo profundamente la Bendición de la Adversidad que es parienta del famoso “ lo que cuesta , vale”.

Normalmente nuestros hijos nos admiran hasta cierta edad, nos cuestionan cuando entran en la adultez y cuando la vida los zarandea y los coloca en situaciones difíciles, recurren al “Viejo” por consejo. Nuestro desafío como padres estriba en llegar a una vejez digna y poder aconsejar con sabiduría de vida, para lo cual es imperativo tener muy bien balanceado el alma y anclados los diferentes Juanes con valores dignificantes.

Contra el modelo de Kent (el novio de la muñeca Barbie) impuesto por el marketing a los de nuestra generación debemos contraponer el modelo de hombre que lucha por vivir sin perder su dignidad en un medio cambiante, hostil  e injusto tratando de no caer en la terrible sentencia acuñada hace setenta años por Giovanni Papini que dice “El peor Hombre es déspota en el reino de la materia y  anárquico en el reino del espíritu” .

Pruebas al canto, el reino de la materia o mejor dicho del dinero (“La hostia de Satán” siguiendo con Papini ) nos asfixia y domina la vida a tal punto que es muy difícil escapar de ese terrible despotismo manteniendo los valores que dignifican realmente al hombre.

Debes luchar Juan, para que tus hijos no te reprochen algún día que te confundiste de hostia y elegiste la del lado equivocado.

 

El quinto Juan : lo que Dios espera de ti.

 

Pido disculpas de entrada queridos lectores por la audacia de este artículo, pero me animo a escribirles desde lo mas puro y hermoso que entiendo sobre algo tan grande como ¿Qué espera Dios de nosotros?

 

Querido Juan si no caíste en la anarquía del reino del espíritu significa que de alguna manera tus acciones se guían por la concepción sublime y profunda de lo que el Creador espera de ti. En un mundo donde el ateísmo se pasea victorioso por países enteros y donde cruje el modernismo ante la nada que trajo aparejada, volvemos a la vieja y sabia visión de nuestro hombre de campo cuando mansamente dice “Dios sabe lo que hace”.

Vamos a un ejemplo fantástico y concreto: suponte por un momento que llaman a tu casa y un delegado personal del presidente de los EUA quiere hablarte y confiarte una misión. Asombrado te subes a un helicóptero y los servicios secretos te llevan rodeado de soldados provistos con los mas sofisticados armamentos al portaviones atómico Lincoln que navega en alta mar.

El barrio y tus vecinos te miran perplejos ante tamaña muestra de poder y eso de alguna manera te hace sentir bien. Te codeas o tienes llegada al máximo poder material sobre la tierra. Tu vida a partir de ese hecho ya no será la misma, has percibido y degustado la proximidad del poder, los demás te miran distinto, te sientes poderoso por osmosis, o por cercanía. ¿Qué cambió en ti?, solo la percepción de las cosas..

Dijo alguien muy sabio (y respetando todas las religiones) que si estás en un pozo sin poder salir pues te caíste, pasan los dioses de la India y te miran indiferentes, pasa el Ala de Mahoma y te reprende cuando al final viene Jesús y baja al pozo para recatarte.

Volviendo al ejemplo del portaviones y del poder, eso eres tú, alguien que fue buscado y rescatado por el mas Grande, que te espera sin ostentaciones y en silencio que vivas dignamente, solo eso. No vino a mostrarte su poder, sino a sacarte del pozo.

Que te dio a cambio, repasemos, primero los Diez Mandamientos (se calcula que el hombre en toda la historia de las naciones legisló cerca de 35.000.000 de leyes, pero ninguna ni por lejos llega a la síntesis y perfección de los famosos mandamientos) y si eso no te basta recurre al llamado libro de cabecera de la Humanidad “El Sermón de la Montaña”.

Eso es poder, eso es lo que te dieron a ti como a todos los hombres de este planeta, la receta divina para que seas digno y crezcas.

Regresas al  barrio, te espera una multitud porque claro, haz estado con el máximo poder terreno y te encuentras con una señora que viene de un comedor comunitario, con el pelo sucio y llena de olor a comida en esas manos callosas y nobles.

Te abraza y ahí te das cuenta que ella también tiene una misión de alguien infinitamente mas poderoso que el que te convocó a tí pero sin la ostentación ni la gloria humana que tú percibiste. Allí querido Juan es la hora de la verdad, dilucidar a que poder quieres servir, al sabio, oculto y divino  o al humano que normalmente es arrogante e imperfecto. 

 

El sexto Juan : lo que el Estado espera de ti.

 

El Bismark (Canciller de Alemania) tenía una frase célebre: “Disculpe lo larga de la carta pero no tuve tiempo para hacerla mas corta”. Alabada y buscada síntesis que debemos plasmar nada menos que para describir lo que el Estado espera de ti.

Parafraseando el célebre argumento de Epicuro “si Dios quiere suprimir el mal y no puede, es impotente; si puede y no quiere, es envidioso; si ni quiere ni puede, es envidioso e impotente; si quiere y puede, ¿por qué no lo hace?” reemplazamos Dios por Estado y ya tenemos la definición original que nos responde la pregunta madre: ¿Que espera el Estado de ti?

Si quiere suprimir el mal y no puede es impotente, primera verdad, normalmente es así pues actualmente esta basado en un espíritu de egoísmo práctico, y una indiferencia moral y religiosa domina su sistema de matriz anglosajona en lo económico.

Si el Estado puede al menos aliviar el mal y no quiere es envidioso.

Hoy es obvio que no puede pero no obstante la envidia diseminada en la sociedad es malsana pues cubre de un manto de mediocridad a las mentes mas brillantes y se cumple el próximo argumento (envidioso e impotente).

El ultimo es el mas lapidario : si quiere y puede, “¿por qué no lo hace?”.

 Sencillamente porque fruto de las corrientes de moda, casi desapareció en la década del noventa cuando se acuñó la falaz sentencia “Achicar el Estado es agrandar la Nación”.

 Así esperó de ti que consumieras elementos importados, que cierres tu fábrica, que pases a los servicios, que adores la globalización e internacionalices tu cultura. Así nos fue.

Ya lo advertía Rousseau hace casi 250 años : “Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus derechos, si el hombre no conoce lo que vale, lo que puede y lo que se le debe nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar algún tiempo entre mil incertidumbres será tal vez nuestra suerte mudar de tiranos sin destruir la tiranía. En tan críticas circunstancias todo ciudadano está obligado a comunicar sus luces y sus conocimientos; y el soldado que opone su pecho a las balas de los enemigos exteriores no hace mayor servicio que el sabio que abandona su retiro y ataca con frente serena la ambición, la ignorancia, el egoísmo y demás pasiones, enemigos interiores del Estado ,y , tanto mas terribles cuando ejercen una guerra oculta.”

 

Concluyendo Juan, un estado ideal y utópico te está pidiendo que seas virtuoso, que combatas la ambición desmedida y depredadora, la ignorancia y la corrupción que definitivamente son enemigos interiores del Estado. Eso sí, para terminar aclaramos que el argumento de Epicuro para con Dios es brillante pero falso y para no entrar en la teología va la arenga de un apasionado agnóstico argentino llamado Almafuerte que allá por el mil novecientos decía

 

Si te postran diez veces te levantas

Otras diez, otras cien , otras quinientas

No han de ser tus caídas tan violentas

Ni tampoco por ley han de ser tantas.

 

Procede como Dios que nunca reza

O como Lucifer que nunca llora

O como el robledal cuya grandeza

Necesita del agua y no la implora.

 

El séptimo Juan : lo que eres realmente.

Estamos llegando al final de estas siete visiones de nuestro lector llamado Juan y nuevamente sintetizar se nos vuelve imperioso. Reglas del periodismo que le dicen….

Cuando era joven en medio de una crisis amorosa escribí a título de auto arenga

 

Si eres fuerte y amargado, no lograste hazaña alguna

Porque por eso Natura te marcó una condición

Debes amar y vivir y ser el centro de todo

Pues por ello te crearon a semejanza de Dios.

 

Y eso eres, una creatura de la que el Universo espera algo sublime o, menos pretencioso si quieres,  algo bueno de ti. El genial escritor irlandés C S Lewis decía que cada hombre o mujer como tú o yo es como una especie de agente secreto, que viene a este mundo con una misión única e irrepetible dada desde lo Alto. Y de alguna manera la debes llevar a cabo porque, el mundo espera que tú la realices, sino se pierde.

Por supuesto si eres agnóstico o ateo y no crees en lo importante que eres para el Creador, igual está bien, también a ti, alguien o tu mismo te encomendaste una misión en la vida . A realizarla entonces.

Desde el fondo de los tiempos hombres y mujeres se hicieron la misma pregunta ¿Quién soy? Y respuestas hay muchas pero la mas acabada y hermosa es según nuestra concepción católica “Eres una esperanza de Dios” ya que tu esencia es divina, trascendente y relevante atada a un cuerpo que debe sobrevivir en un mundo imperfecto y duro.

Alguien dijo que la Naturaleza como el mercado no tiene piedad y de eso se trata. Eres la única criatura en el planeta que puede experimentar alegría con risas, piedad, amor, arrepentimiento y dominar los instintos al contrario de los animales que sobreviven por el.

Inserto en esta maravillosa Hispamérica, hoy vencida por el egoísmo de unos pocos y hastiada de penas y corrupción debes replantearte nuevamente quien eres. ¿Que Juan eres?.

El escéptico, el cínico, el advenedizo que indiferente del dolor ajeno trata de salvarse solo o el altruista, el generoso, el buscador incansable de esa misión secreta y única que se te ha encomendado.

Hay un largo camino a recorrer para reconstruir nuestro país, donde cada uno debe ser lo mejor que pueda en su oficio. Debemos volver al “Zapatero a tus zapatos” y para ello es indispensable armonizar todos los Juanes.

Toda esta práctica orgiástica de materialismo consumista nos sacó del eje humano y como dice Eduardo Galeano, «las cosas importan cada vez más y las personas cada vez menos, los fines han secuestrado a los medios: las cosas te compran, el automóvil te maneja, la computadora te programa, la TV te ve.».

Terminamos esta serie con un cuento hermoso donde al final debes reemplazar a la amada del personaje por tu patria y allí comprenderás cómo debemos cambiar.

El Hipócrita Feliz

Un disoluto libertino de la época de la Regencia, entregado a una escandalosa afición a la bebida y al juego, se enamoró de una dulce e inocente chica de pueblo llamada Argentina. Le propuso casarse pero ella le dijo que, aunque halagada por su proposición, no podía aceptarlo. Sólo se podría casar con un hombre santo y bueno, y que este tipo de carácter tendría que demostrarse en su aspecto. Sin embargo, la cara del libertino estaba demacrada y fea después de tantos años de llevar una vida de juerguista.

Al ser rechazado, se desesperó, y entonces tuvo una idea. En París había un reputado creador de caretas que tenía tal habilidad, que sus máscaras no se podían distinguir de una cara real. Así visitó al artesano y adquirió una bonita máscara con cara de santo que se le adaptaba perfectamente y nadie podía reconocerle. Cambió comple­tamente su estilo de vida abandonando la bebida y devolviendo sus ganancias del juego a los perdedores que arruinó. Entonces cortejó a la chica que amaba bajo su nueva identidad y ella se enamoró. Se trasladaron a vivir al campo y llevaron una vida feliz, sencilla y campesina.

Pero una persona conocía su secreto. Su ex-amante -a la que abandonó cuando conoció a la mujer con quien se había casado aho­ra-, le vio cuando fue a visitar al fabricante de máscaras y al salir de la tienda con la nueva cara le reconoció por la ropa.

Despechada fue a visitarle a su casa de campo y le reveló lo que sabía delante de su mujer, la cual se entristeció al oír su secreto. La ex-amante le pidió que se quitara la máscara pero él no quería que su amada Argentina viera la espan­tosa cara que tenía. Empezó una discusión y finalmente la ex-amante le arrancó la máscara. Se quedaron atónitos al descubrir que la cara demacrada y vieja que tenía se había adaptado perfectamente a la máscara, y ahora tenía la expresión buena y noble de un santo.

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Aldo H Delorenzi Conte-Grand

 


Revista Arbil nº 77

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ISSN: 1697-1388


Por la responsabilidad penal y patrimonial de los políticos

Las actuaciones administrativas y legislativas de los políticos tienen consecuencias vitales en los ciudadanos que las sufren.
Sus negligencias, torpezas y malicias repercuten fatalmente en personas concretas

¿Cómo pagarán sus culpas y repararán los daños ante las víctimas los legisladores y gobernantes responsables, por ejemplo,

· de la muerte de cientos de miles de españoles asesinados por aborto,
· o los de un código penal que invita al delito, dejando desamparadas a las víctimas,
· o los que despenalizan la droga creando millones de piltrafas humanas
· o los que con sus políticas económicas ocasionan el paro, la precariedad y la explotación laboral, manteniendo en la miseria a millones de españoles,
· o los que con su legislación penal, anmistías, subvenciones, sistemas educativos, ... favorecen el terrorismo que asesina, atemoriza y envia al exilio interior,
· o los que con sus políticas "educativas" condenan al analfabetismo funcional y a la degradación moral a la juventud,
· o los que con en sus politicas "sociales" favorecen la sodomía frente a la familia y subvencionan la contracultura en vez de la natalidad,
· o los que abren una verja para facilitar el contrabando y el fraude fiscal, detrayendo ingresos que podrían convertirse en hospitales, carreteras seguras, servicios sociales, ...
· etc, etc. etc.....?

Hay que tomar conciencia de que todo eso y otros muchos problemas que sufren los espàñoles no son fruto de la fatalidad sino que tienen unos responsables que deben responder, personalmente, no de forma abstracta, por los daños causados a la sociedad y a los individuos concretos.