Cuando queda menos de un mes para las próximas elecciones locales y autonómicas, los partidos mayoritarios han desatado la batalla por la fiscalidad. Una herramienta traspasada en parte a las comunidades autónomas y que constituye el brazo más visible de la "potestas", una vez que la "auctoritas" ha desaparecido de los manuales de filosofía política y de la práctica habitual de la gestión de la res publica... "Lo único seguro es la muerte y los impuestos", decía un sarcástico empresario. Y es que el poder juega sus cartas con las "graciosas" ayudas e incentivos fiscales, que no son sino un aligeramiento de una presión fiscal, que se convierte en asfixiante e inútil. Desde esta óptica, la fiscalidad se constituye en clave electoralista en lugar del sistema de obtener la suficiencia financiera para garantizar el bien común. Y así, el PP anuncia a bombo y platillo que la reforma fiscal aprobada el viernes 25 de abril tendrá un coste de 600 millones de euros. Es decir, que el gobierno ha decidido "graciosamente" dejar de quitarnos 600 millones de euros a los ciudadanos, razón por la cual supuestamente deberíamos de sentir agradecimiento... "Las medidas aprobadas mejorarán el bienestar de millones de personas", señala el vicepresidente Rodrigo Rato. ¿Por qué esperaron siete años entonces? Y por cierto, ¿qué queda del "bienser"? El "paquete" de medidas fiscales aprobado por el Ejecutivo incluye desgravaciones en la cotización a la Seguridad Social para las madres trabajadoras, así como para los autónomos menores de 30 años. También se contempla una cuenta ahorro-empresa que desgravará de forma similar a la actual ahorro-vivienda para jovenes que quieran crear su propio neglocio. Para las hipotecas, se establece una rebaja del 90 por ciento en los aranceles notariales y la reducción del 0,5 por ciento en la comisión por cancelación anticipada. Se lo explico. Las medidas fiscales insisten en el fomento del trabajo de las madres, marginando a aquellas mujeres que libremente han optado por invertir en la educación de sus hijos. El PP trata de "venderlo" como política de conciliación, pero se trata -al igual que los famosos 100 euros mensuales para la madre trabajadora- de una medida insertadora de la mujer en el mercado de trabajo. Habrá que seguir esperando para las medidas de fomento de la conciliación entre vida laboral y familiar. La nueva responsable de Asuntos Sociales, Lucía Figar, no parece especialmente sensibilizada al respecto... El fomento del espíritu emprendedor de los jóvenes resulta plausible, pero encaja bastante mal con la persecución fiscal y administrativa que sufrimos quienes hemos optado por la vía del emprendimiento. España sigue siendo junto con Francia y Dinamarca uno de los países europeos con mayor intervencionismo, en el puesto 29 según el ránking elaborado por la Fundación Heritage. Por otra parte, las medidas de fomento del autónomo menor de 30 años, huelen demasiado a la búsqueda de una puerta precaria al difícil problema del paro juvenil. Curiosamente, coincidentes con la propuesta ultraliberal del Círculo de Empresarios... En cuanto a los aranceles notariales, resulta sangrante que a estas alturas del mercado, los fedatarios públicos sigan anclados a un sistema de dudoso valor añadidido, pero de coste extraordinariamente cierto. ¿Es este el impulso liberal de un gobierno que dice apostar por la economía libre de mercado? Un estudio comparado nos demuestra que existen modelos de fe pública más eficientes y menos costosos. ¿Seguiremos pagando el peaje de los carísimos señores notarios? Las medidas "populares" tratan de recuperar el lastre electoral provocado como consecuencia de la postura española ante la guerra de Irak. Y es posible que lo hayan conseguido a juzgar por algunos sondeos electorales. Pero el empollón de Jordi Sevilla, hábilmente asesorado por el ex director de estudios del BBVA, Miguel Sebastián, pone encima de la mesa los verdaderos problemas económicos de los españoles: inflación desbocada, vivienda desnortada, falta de apoyo a las familias, falta de políticas de conciliación, paro y sobreendeudamiento de las familias. Para afrontar estos problemas, el PSOE ha presentado un paquete alternativo (las propuestas son gratis) que incluye incentivos a las empresas socialmente responsables, el estatuto del trabajador autónomo y un sistema de asesoramiento financiero para las familias. Unas inteligentes propuestas que apuntan a los asuntos claves de preocupación del ciudadano medio. Está por ver si las propuestas de Sevilla se convierten en compromiso electoral y si eventualmente cumpliría con sus promesas. Lo que está claro es que las propuestas de PP y PSOE son "el chocolate del loro" y que "el dinero de verdad" siempre escapa al fisco. Eso sí, con todas las bendiciones del poder. Los grandes partidos junto a CIU han aprobado enmiendas a la Ley Financiera que permiten el peaje fiscal cero para las participaciones preferentes emitidas por entidades financieras y grandes empresas en paraísos fiscales. Además, el régimen privilegiado de establecimiento de empresas extranjeras ha atraído millonarias inversiones que han tomado nuestro país como base fiscal de sus operaciones debido a la seguridad jurídica, la transparencia y las bonificaciones tributarias. Es decir: España es un paraíso fiscal para los de siempre y el interés general sigue siendo financiado por los de siempre. Nihil novum sub solem. ¿Avanzamos? ·- ·-· -··· ·· ·-· Luis Losada Pescador |