Sorprende esta biografía por el modo con que la autora, de un forma muy sencilla, amena, y asequible para edades desde los catorce años, nos narra la vida apasionante de una mujer que sin duda han marcado el talante intelectual del siglo XX. Judía que pierde la fe a los catorce años (1905). Pronto se inicia en la filosofía (Círculo de Gotinga) conectando con Husserl, padre de la fenomenología, y también con Max Scheler y Adolf Reinach, quienes dan pinceladas cristianas a la filosofía que ofrecía Husserl. Se convierte al catolicismo en 1921 leyendo en casa de unos amigos a Santa Teresa de Jesús de un golpe (entre otros sucesos que le acompañan y dirigen su conversión), da conferencias sobre la figura de la mujer, imparte clases en un colegio de dominicas en Espira. Decide entrar en el Carmelo (en Colonia) sin dejar los estudios filosóficos impulsados por su director espiritual. En agosto de 1942 los nazis entran en un convento de carmelitas en Holanda (Echt) donde está refugiada Edith junto con su hermana Rosa (que era la portera del convento y que se convirtió al catolicismo cuando murió la madre de ambas). Se llevan a las hermanas del convento por ser de raza judía. Sin saber hacia dónde la dirigen, Edith acepta la voluntad de Dios con ánimo fuerte y con alegría. El tren que se hace con ellas tiene una meta: Auschwitz. Muere mártir el 9 de agosto de ese año en las cámaras de gas. La vida de Edith viene marcada por un encuentro constante, antes y después de su conversión, con la Cruz. Está como bendecida por la Cruz del Señor. Por eso decide ponerse el nombre de Sor Teresa Benedicta de la Cruz. A los dos años de nacer pierde a su padre. Su madre se hace cargo de una familia de once hermanos y Edith es la menor. En plena Guerra Mundial (1915) se ofrece voluntaria en la Cruz Roja, donde por sus méritos y la atención desmesurada a los enfermos le hacen merecedora de la Medalla del Valor. En la Universidad no le dan la cátedra por ser judía. Cuando decide entrar en el Carmelo, su madre se opone de tal modo, que Edith llega a perder el sueño varias noches. Su madre no le corresponde todas las cartas que Edith le escribe tan cariñosamente. El Papa Juan Pablo II la canoniza en Roma el 11 de octubre de 1998. Un año más tarde, el 1 de octubre, es proclamada Patrona de Europa junto a santa Catalina de Siena y a santa Brígida de Suecia. ·- ·-· -··· ·· ·-·· Alberto Sánchez León Edith Stein: judía, filósofa, monja, mártir y Patrona de Europa (1891-1942) Autora: Mª Mercedes Álvarez Pérez Ed: Magisterio Casals. Biografía joven Páginas: 161.. |
Revista Arbil nº 76 La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina "ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen. |