Al encender el televisor nos
encontramos con una tendencia cada vez más
pronunciada a revelar lo más íntimo del ser
humano.
Ahora, ya no bastan las telenovelas, los
programas que manejan alguna situación de la
vida real, ni siquiera los talk shows, ya nada de
esto es suficiente para que la televisora, sea
cual sea, se enriquezca a mayor grado.
Para darse una idea de las cifras que se manejan:
la emisión de un final de este tipo de programas
alcanzan en nivel de audiencia a la final del
Super Bowl y la entrega de los Oscar; además,
como ejemplo, la CBS cobró a los anunciantes
hasta 600.000 dólares por cada propaganda de 30
segundos transmitida durante el último
programa
sin duda un gran negocio.
La intimidad está ahora invadida por los medios
técnicos de comunicación.
En busca de lo más diferente y atrayente, los
mass-media juegan una batalla en la que lo que se
encuentra en juego es la persona humana y el
blanco su intimidad.
De un lado por la perfección de estos medios
para penetrar en lo que parecía impenetrable; y
de otro porque hay gentes que están especulando
con su intimidad, especulando e incluso
cotizándola materialmente.
¿Qué son los reality
shows?
Son programas de televisión que muestran a
individuos comunes en distintas situaciones de la
vida real, espiados por cámaras, con o sin su
consentimiento.
Estos programas pueden seguirse a través de
televisión de paga las 24 horas del día o bien
en horarios determinados destinados por las
televisoras, así como consultarse vía internet
en la mayoría de los casos.
Varios han sido los países en los que se han
desarrollado programas de este tipo, entre los
que destacan Holanda, Suecia, Austria, Alemania,
Dinamarca, Estados Unidos, Argentina, Uruguay,
España, México, Portugal, Brasil, Chile,
Venezuela, Colombia y Rusia.
El origen y la mecánica de estos
programas
En septiembre de 1999 la televisión holandesa
tuvo la idea de homenajear la novela de George
Orwell, "1984", creando un
programa de televisión cuyo nombre hacía
alusión a uno de los personajes del libro.
En dicha novela el autor imaginaba cómo sería
el mundo en el año del título (la escribió en
1948) y en esa predicción veía a los hombres
viviendo bajo la vigilancia de alguien que todo
lo veía y controlaba, llamado el "Gran
Hermano".
Desde que la televisión holandesa puso al aire "Big
Brother", varias han sido las variantes
de programas de este tipo, que se emiten por
cadenas como la CBS, ABC, NBC, Terra España,
Telecinco, Fox, Televisa, TV Azteca, SKY, canal
Court TV, etc.
Y son programas que tienen ciertas reglas, en
general son personas desconocidas que tienen que
convivir en una casa llena de cámaras de
televisión que registran todos sus movimientos,
hasta en los últimos rincones, noche y día.
La teleaudiencia vota por teléfono o por
Internet a quién se debe eliminar cada semana
hasta llegar al ganador; o bien se eliminan
mediante un "Consejo" formado
por los mismos integrantes que votan de modo
secreto a quien eliminar.
Casas, Islas, hospitales, ómnibuses y
más
Los escenarios son de lo más variados, es
impresionante, todo se ha hecho de tal forma que
la gente "no se aburra" y las
temáticas van desde la convivencia diaria, la
vida en un gimnasio, en un camión, en una isla,
en un hospital
tal parece que los medios no
importan, lo que importa es la suma de dinero que
gana cada concursante o participante y obviamente
la televisora.
"Big Brother", "Survivor",
"Supervivientes: Expedición Robinson":
Versión española de "Survivor",
"Expedición Robinson":
Versión argentina de "Survivor",
"El Bus": donde se filma a los
pasajeros de un ómnibus, "Cops":
se trata de videos tomados durante el arresto de
individuos en estado francamente lamentable, "La
Academia" y "Operación
Triunfo": programas en los que
"se busca talento artístico- musical",
"Big diet": Un grupo de
personas con sobrepeso conviven en un gimnasio en
el que son continuamente tentados con comida, "Destination
Mir": Registrarán la vida de
voluntarios aislados en un centro de
adiestramiento para misiones aeroespaciales. "Cadenas
de amor": Los participantes deben
pasarse cinco días unidos con grilletes en las
muñecas y en los tobillos, con el objetivo de
que encuentren el amor. "Hopkins
24/7": Programa que muestra la realidad
misma que se vive en un hospital. Se ve a
pacientes que sufren verdaderos ataques
cardíacos, operaciones de tumores malignos, etc.
Estos autorizan a que se los grabe. "Dulce
revancha": Una persona disgustada con
un miembro de su familia o compañero de trabajo
podrá hacerlo quedar en ridículo, usando una
cámara oculta. "Confesiones":
Auténticas confesiones de asesinos, grabadas en
video por fiscales de distrito.
Es verdaderamente una pena que lo más ínfimo
del ser humano se exponga de tal manera: el
sufrimiento, la tristeza, el llanto, el dolor, el
enojo, las locuras, los resentimientos y más, se
ha caído en lo más bajo y es una hecho
deplorable por donde se vea desde las personas
que se prestan a ello y desnudan su ser, las
televisoras que hacen de la intimidad, de la vida
y del horror humano un negocio y de aquellos que
miran estos programas, pues en el fondo no hay
nada que pueda enriquecerles, al contrario.
Perfil de los integrantes para asegurar
el éxito del programa
Los participantes son cuidadosamente
seleccionados, ya que esta selección es la que
determina el éxito del programa.
Investigando de manera superficial el perfil de
ciertos participantes de los programas de
televisión llamados "reality
shows" con sus respectivas variantes,
se encontró que son personas que han crecido
bajo un ambiente no muy propicio para el
desarrollo de los valores fundamentales, ya que
provienen de familias desintegradas, de ambientes
extremos o actividades extravagantes.
Lo importante es que tengan "algo"
que llame la atención, no importa lo que sea y
que estén dispuestos a todo, a "desnudar
su vida"; al fin, los encargados de los
medios de comunicación saben que es mucha la
necesidad de intimidad que tiene el ser humano y
que cuando ésta es pobre en su propia vida, la
busca en las vidas ajenas; así que, confiados
están en que los espectadores no dudaran en ver
tantas y tantas historias e intimidades plasmadas
en una pantalla chica o grande.
La intimidad y los medios de
comunicación
"Se debe guardar la justa reserva
respecto a la vida privada de la gente. Los
responsables de comunicación deben mantener un
justo equilibrio entre las exigencias del bien
común y los derechos particulares. La ingerencia
de la información es condenable en la medida en
que atenta contra la intimidad y la libertad de
la persona" Catecismo de la Iglesia
Católica, no. 2492.
Así, Lecaros, J. afirma que "La
tendencia actual es mostrar las emociones y
sentimientos a quien pasa por nuestro lado. La
prensa, la radio, la televisión y los, tan de
moda, grupos de "búsqueda interior"
sólo reflejan un comportamiento de la gente
actualmente: en una reunión de amigas, durante
el café en la oficina y hasta en la comida más
formal, cualquiera se entera del comportamiento
sexual del vecino, de los íntimos deseos de
otro, del "pecadillo" del de más
allá. Todo puede decirse, todo puede mostrarse.
Los medios de comunicación reflejan un estilo de
vida, así lo que la sociedad más valora, lo
guarda para sí y lo que menos, lo muestra sin
problemas. Por ejemplo, un conocido futbolista no
tuvo reparos en hablar de sus relaciones
prematrimoniales en una entrevista, pero no quiso
decir cuánto ganaba".
Participar en un programa de estos o verlo, lejos
de ser una "gracia" o un
"privilegio", no es siquiera ético
pues se trata de la invasión a lo único de lo
que es poseedor total el hombre, su intimidad, su
ser, aquello a lo que nadie tiene acceso más que
uno mismo; y es increíble que uno renuncie a sí
mismo por cierta cantidad de dinero: así sea
mucho jamás podrá compararse en lo más
mínimo, hay una distancia total. La intimidad
una vez perdida ¿Cómo recuperarla?
Ahora se ha desnudado el alma del ser humano y se
ha invadido la intimidad personal, los reality
shows evidencian que la intimidad es un derecho
en crisis, algo que puede ser objeto de comercio
y discusión pública.
"El comportamiento del sistema en
relación al derecho a la intimidad recuerda a
los mercados financieros: la mejor forma de
apropiarse a bajo precio de valores bursátiles
es convertirlos en bonos basura. Al devaluar la
intimidad, es más fácil comprarla. Convertirla
en basura es un paso previo a su destrucción
total" Sánchez, C.
Intimidad y pudor
La auténtica vida íntima es eso que es
"muy mío", lo personal, el núcleo
interno "es aquello que existe para ser
donado a un ser particular y no a una masa de
desconocidos: sólo así se establece una
relación. Mientras más intimidad posee una
persona, más rica es su vida privada y su vida
pública, pues mayores son sus posibilidades de
diferenciarlas" Soria, C.
"El mundo íntimo no es algo que deba
exhibirse. Sólo puede ser revelado en las
circunstancias adecuadas y a la persona adecuada
según las circunstancias: un amigo verdadero, el
cónyuge, el confesor, algún familiar..."
Isaacs, D. Solo "en aquellos casos en
que ello pueda favorecer la mejora personal o el
bien del prójimo" como los testimonios
y las biografías constituyen la excepción.
La palabra "pudor" es asociada,
negativamente, con tabú y represión.
Sin embargo, "el pudor -en parte innato
y en parte fruto de una educación deliberada- es
el que enseña a seleccionar lo que de verdad es
incomunicable y de qué modo y en qué
circunstancias pueden comunicarse algunas cosas
sin que la persona sufra detrimento alguno.
El pudor preserva la intimidad de la persona.
Designa el rechazo a mostrar lo que debe
permanecer velado. Ordena las miradas y los
gestos en conformidad con la dignidad de las
personas y con la relación que existe entre
ellas." CEC, no. 2521
"Existe un pudor de los sentimientos
como también un pudor del cuerpo. Este pudor
rechaza, por ejemplo, los exhibicionismos del
cuerpo humano propios de cierta publicidad o las
incitaciones de algunos medios de comunicación a
hacer pública toda la confidencia íntima"
CEC no. 2523.
Cuanto más rico es un personaje, más amplitud y
valor tiene lo íntimo y, por ello, el sentido
del pudor es más fuerte.
Las personas carentes de auténtica vida
interior, son más fácilmente proclives a
descubrir su intimidad, precisamente por ser muy
pobre, muy poco valiosa a sus ojos.
No se aprecian en lo que valen y así no temen
perderse ante las miradas igualmente frívolas de
los que se interesan por esas intimidades tan
vacías e inconscientes afirma Antonio Orozco en
su libro "Una crisis de intimidad".
Ahora bien, "La pureza cristiana exige
una purificación del clima social a una
información cuidadosa del respeto y de la
discreción. La pureza de corazón libera del
erotismo difuso y aparta de los espectáculos que
favorecen el exhibicionismo y los sueños
indecorosos" CEC, no. 2525.
Ante cualquier duda frente algún programa
televisivo, alguna película o espectáculo
recordemos que "No debemos consentir
más devaluaciones de nuestro derecho a la
privacidad. Si la intimidad es un valor
intrínseco a la dignidad humana -y quizás el
último baluarte de la dignidad- debemos luchar
para situarla al mismo nivel que nuestro derecho
a la vida y a la libertad. Porque es precisamente
eso lo que nos estamos jugando"
Sánchez, C.
La intimidad no sólo hay que tenerla como algo
propio e intangible, sino que también hay que
protegerla, que salvaguardarla. En otras
palabras, la intimidad, para que sea respetada,
hay que hacerla respetable.
Se trata de un problema moral y, si es verdad que
la moral no puede ser impuesta por la Ley,
también lo es que en la vida del hombre público
su moral privada forma parte de su personalidad,
de su imagen, de su responsabilidad.
El ejercicio de algunas virtudes puede
relacionarse con el crecimiento y preservación
de la intimidad, como lo son: la castidad, la
pureza, el pudor, la paciencia, la modestia, la
templanza, la fortaleza, la caridad, la
discreción, la mortificación.
Concluyendo...
Los Reality Shows continuarán su expansión en
un mundo hastiado que busca cada vez nuevas (y no
siempre mejores) formas de entretenimiento.
La televisión es un industria, y depende de
nuestro consumo el éxito o fracaso de estas
formas de exposición de la intimidad.
A simple vista es solo
"entretenimiento", pero en un análisis
más profundo es un puente hacia formas de
"entretenimiento" cada vez más
denigrantes. Debemos cuestionarnos seriamente si
este es el tipo de televisión que queremos.
Mª. del Rosario G. Prieto
(Con el agradecimiento al P. Moya (fluvium.org). |